Saludos a todos. Mi impresión de esta tercera edición del Festival Metal Lords ha sido altamente positiva.

Salvo por los retrasos, que provocaron que las actuaciones comenzasen con una hora y media de demora (algo bastante común en este tipo de festivales) y los fallos de sonido, de los que casi ningún grupo se libró, la impresión general, tanto personal como de la gente con la que pude cambiar impresiones, fue que esto va para arriba, que en Córdoba tenemos grupos de los que podemos sentirnos orgullosos, y que el año que viene hay que mejorar, solventar los errores. Salir triunfantes, en definitiva.

 

Xaná, aun con la inexperiencia como adversario, supieron calentar a la gente en el siempre incómodo papel de abrir el festival. Su hard-heavy con obvias influencias de Medina Azahara fue un comienzo más que digno para el festival. Su versión de "The Final Countdown" de Europe nos hizo cantar a todos con una sonrisa cómplice. Cuentan con una vocalista femenina, que, a pesar de confesarse nerviosa y empezar desentonando, supo crecerse ante la adversidad y cuajar una notable actuación.

 

De Geiser, lo siento, pero no me convencieron. Había momentos en que más parecían estar en el local de ensayo, de desparrame con los colegas, que en un concierto en el que la mayoría de la audiencia no tiene por qué entender sus gracias y sus chistes privados. Dejando ese tema aparte, no sonaron compactos, y su cantante destrozó el "Space Eater" de Gamma Ray, y es que imitar a Ralf Scheepers conlleva estas cosas. La misma suerte sufrió "Tyrant" de Judas Priest, y "For Whom the Bell Tolls" sonó desangelada, deslavazada. Su heavy metal de corte clásico no se aparta de los esquemas manidos y toqueteados por miles de bandas y, personalmente, a mí ya me aburre.

 

Absenta, buenísimos. Tengo que reconocer que el Black Metal no es uno de mis platos favoritos, pero cuando algo es bueno, uno tiene que guardarse los prejuicios. Se les notan muchas horas de ensayo detrás. Buenas ideas, ejecución impecable, una puesta en escena sobria y eficaz y el colofón con "Malice Through the Looking Glass" de Cradle of Filth como muestra de sus influencias. Absenta basan gran parte de su sonido en los teclados, y en este sentido es admirable la labor de José Carlos, un verdadero músico en la más estricta acepción del término. Sus sugerentes melodías eran la perfecta antagonía a la garganta de fuego de su vocalista. Me muero de ganas por verlos otra vez.

 

No me fue posible presenciar la actuación de Convusión A.T., por lo que al día siguiente me preparé para el segundo día de festival.

 

Vi a Nightspirit en la primera edición del Metal Lords, y entonces me parecieron una versión castiza de Mythotyn, con su black pagano y vikingo. Dos años después, se les nota maduros, su sonido es más pesado al incluir tres guitarras, pero quizá han perdido algo por el camino. Mis colegas Alex y Germán me decían que ahora suenan más comerciales, y quizá sea verdad, quizá hayan perdido algo de esa espontaneidad burra de hace dos años, pero aun así, dieron un concierto impecable. Quizá su directo peque de demasiado estático, lineal. Había momentos en que parecían estar tocando una sola canción interminable. No les vendría mal dar algo más de variedad a sus composiciones.

 

Anhedonia, con una más que evidente influencia de Héroes del Silencio, aportaron la nota de comercialidad al festival. Su vocalista me recordaba a Enrique Bunbury en la voz y a James Hetfield en la pose. Muy buenos, poseen temas con gancho y dureza controlada.

 

Barataria se incorporaron al festival pocas horas antes del evento. Su vocalista/guitarra, Nico, había vuelto de Francia ese fin de semana, y esta era la ocasión idónea para celebrar la breve reunión. Muy buenos, supieron levantar a la gente por primera vez en todo el sábado. Mi colega Pasán, pese a ciertos fallos en el tempo (no se escuchaba) se ha revelado como un batería con pegada, con fuerza, que empuja al grupo. De su actuación me quedo con "Huevos Negros" y "Jezabel", así como con la versión del "Maldito sea tu nombre" de Ángeles del Infierno.

 

No me gustaron Abeja Reina. Les faltan miles de horas de ensayo en el local, y, a estas alturas, hablar de "Cuero Negro" como si todavía estuviésemos en los 80, resulta cuanto menos, pintoresco. Su vocalista me pareció totalmente inapropiado para el hard rock ochentero que practican. Del mismo modo que Geiser, deberían dejar las gracias para los grupos graciosos, y ahorrarse números tan vergonzosos como su metalizada interpretación de "Paquito Chocolatero".

 

Renno, inconmensurables. Los triunfadores del festival. No me explico cómo una banda tan original y con las ideas tan claras no tiene disco todavía. Practican un heavy ultra-trallero, con muchos ramalazos thrash, pero con el toque innovador y personal que les infunden los teclados del flipadísimo Elías.
La voz desgarrada y áspera de su vocalista no le impedía llegar a notas altas, recordándome en ocasiones a Blackie Lawless de W.A.S.P. De su actuación me quedo con la inicial "B-52", un verdadero cañonazo, así como su poderoso tema instrumental. No quiero dejar de mencionar las aptitudes de su batería, una auténtica máquina, que más parecía tener dos martillos hidráulicos en lugar de piernas.

Es uno de los pilares básicos del grupo, inyecta caña de un modo muy parecido a Micky Dee, de Motörhead o, salvando las distancias, Mike Terrana. Para acabar de orgasmar, nos obsequiaron con una poderosa versión del "Raining Blood" de Slayer.

El track list de Renno fue el siguiente:


1. B52
2. Sin razón
3. Teatro del olvido
4. Calígula
5. Rey Lear
6. Instrumental
7. La flauta mágica
8. Flores pintadas en lila
9. Brynhild
10. Hijo del sol
11. Valior
12. Raining Blood

 

Eran algo más de las 3 cuando comenzó a sonar la banda sonora de la Naranja Mecánica, tema con el que abren Killem habitualmente los conciertos. Ya éramos pocos los que quedábamos allí, pero teníamos ganas de más. Empezaron con Revenge y desde el principio dejaron claras sus intenciones a los pocos que habíamos allí: ¡Vamos a dar caña!. Puro thrash metal de la vieja escuela de San Francisco. Ramón era un trituradora en la batería, Thedy ("bajo", de 2 metros pero toca el bajo), Víctor y Javi (guitarras) machacaban sus instrumentos con riffs envenenados y Alex es un torbellino en el escenario, desgañitándose al máximo.

Siguieron con Green Messiah, Biolypse y la instrumental Aksam (tema con un toque árabe muy bueno). Siguió la balada, aunque potente también, Enslaving My Soul. Neverending Pain y Void (mi favorita) sonaron brutales. Para terminar la archiconocida Damage Inc. de Metallica interpretada a la perfección por este brutal quinteto thrasher. La única pega del concierto que a la hora que tocaron apenas habíamos 50 personas ante el escenario. En fin, los que se fueron se lo perdieron.

 

 

Como conclusión, me reafirmo en lo dicho al comienzo. Buen festival, la gente respondió, y los fallos, que los hubo, sólo deben obligar a que en la próxima edición no se den. Sin más un saludo y metal para todos.

 


Rafa M. Gavilán "El Ojos"

Fenris (crónica de la actuación de Killem)