MONSTER MAGNET - SALA MON LIVE (MADRID 22/02/20)
Otra de esas noches para el recuerdo, que hace que el Rock, con mayúsculas y en directo, siga marcando buena parte de la pauta de lo que es la música de calidad a estas alturas del siglo XXI. Los norteamericanos de New Jersey, comandados por el gran y eterno frontman, Dave Wyndorf, hicieron que una abarrotada Sala Mon Live, vibrase en el centro de Madrid, y temblaran sus cimientos, con la descarga de noventa minutos de MONSTER MAGNET.
Nunca había visto esta sala tan literalmente atestada, por todas partes, arriba, abajo y allá donde quedaba algún resquicio que ocupar. Ambiente de lujo, escenario clásico, sencillo, con mega logo ocupando la “sábana” blanca, con funciones de telón de fondo, batería central de platillos y bombo central, mayores de lo habitual, presidiendo toda la zona trasera del escenario, y varios “artilugios” electrónicos en el lado izquierdo, para el despliegue de los efectos y sonidos más psicodélicos “space rock”, que Dave utiliza en algunos de los clásicos de la banda.
Inicio embriagador con la envolvente intro del “Goliath and the Vampires”, tema instrumental que me apasiona hasta el paroxismo, y que genera un ambiente de tendencia gótica subliminal. Una joya que te atrapa durante varios minutos y te manda a una oscura cueva de Strigoii transilvanos, en medio de sonidos que se te meten en el alma oscura, gemidos, lamentos y reminiscencias infernales. El trance desemboca en el “Atomic Clock”, que abre la Celebración del majestuoso álbum “Powertrip” de 1998, leitmotiv del evento que nos convocó allí con Monster Magnet. Los primeros riffs y la aparición y voz de Dave encienden a las masas y provocan la locura con esos acordes iniciales.
Tocaron casi todo el álbum, con distinto orden de los tracks, hasta dar la puntilla a tan excelsa noche de “stoner rock” norteamericano, con una fase de bises con clásicos demoledores de otros discos, y una aclamada versión, ya habitual.
Sin tiempo para discernir, descargan el “Tractor”, con ese arranque poderoso y una más que clara declaración de intenciones, y como dice la letra, nos pone “los pelos como escarpias”, con textos muy explícitos, y ¡fiesta generalizada “everyfuckingwhere”!. Con el fervor de la parroquia, entra en vena el “Crop Circle”, pieza heavy con algún matiz Sabbath, excelente sonido y ecualización, para gozo de los fieles congregados, y una voz poderosa y sin fisuras. Las guitarras suenan contundentes y precisas, y bajo y batería marcan un ritmo que nos lleva muy alto, con un solo de seis cuerdas atómico. Llega otro deleite de la noche con “Temple of Your Dreams”, y son inevitables las reminiscencias de bandas cercanas como Queens of the Stone Age o Eagles of Death Metal, que sigo con pasión, y detalles a lo Pixies, que elevan mi ritmo cardiaco...“poison runnin´ thru my veins” -Alice dixit-. La banda suena de lujo y Dave luce gesticulante, poderoso en kilos y garganta, con brazos hercúleos, histriónico y teatral, y sumándose al festival guitarrero cuando puede…
Desde ese momento álgido, la banda decide moverse hacia los acordes hipnóticos del “3rd Eye Landslide”, que sonó esta semana, como homenaje a la visita a la piel de toro de los vecinos duros de Bon Jovi (risas), en nuestro Programa hermano de radio Esto es Rock!. Tremenda puesta en escena de este clásico de la banda, mientras en la pista cantamos en plena epifanía “I´m talkin´ about a free ride...´bout a landslide! I´m livin´on top of it!”. Majestuosos.
Continúan con “See you in Hell”, con ritmo, órgano y elementos sesenteros, para dar paso a la singular “Baby Götterdämerung”, con inquietante sonido de guitarra y la narración interpretada de Dave. Y flipo en medio de ese, de nuevo, embriagador medio tiempo. Genial desarrollo del tema, que diversifica puesta en escena y setlist. Vamos hacia la recta final de la parte del “Powertrip” con “Bummer”, como no podía ser de otra forma, y vuelta al ritmo, con un despliegue instrumental épico, y camino hacia el doble momento orgásmico, con los dos cañonazos finales de esta fase.
Arranca el title track “Powertrip” y las mentes se perturban con el ritmo inicial de los clásicos acordes. Cierto es que Monster Magnet convoca a públicos muy variopintos, algunos más maleducados que otros, con actitudes molestas, escaso respeto y formas que ya apenas se ven por el mundo Hard Rock –espirales violentas repentinas de moshing, escasamente justificado, y menos aún en salas pequeñas ultra abarrotadas; con gente golpeada, gafas y móviles por el suelo, chicas más pequeñas desplazadas metros...— No son necesarios más calificativos. Es peligroso y en salas menores llenas aún más. Y se trata de que todo el mundo disfrute, sin sufrir vuestro “numerito”.
Y llega el otro éxtasis del álbum con la esperada “Space Lord”, buque insignia de la banda. Dave explica a la audiencia el placer que le produce gritar, con energía –first thing in the morning!—“Motherfucker!”, cada día al despertarse, y que le produce aún un gozo mayor, escuchar como lo gritamos, durante esta canción, en cada concierto, ¡los fans! Nos propone hacerlo así, y proclamar la expresión lo más alto posible, ¡todos a la vez!. Tras la consiguiente “prueba” despliegan una versión alargada del tema, con algarabía popular y público entregado...“Space Lord MadaFucka!!”. Breve ínterin, y los Monster vuelven para rematar la faena con varios Bises. Suena el “Twin Earth” del Superjudge, con su cañero arranque, para continuar con la brillante versión (ya otro clásico de la banda), de “The Right Stuff”, de Robert Calvert, que entusiasma al personal, al que siguen dos joyas sónicas del Dopes to Infinity: el “Look to Your Orb for the Warning”, contundente e intensa, y la más psicodélica “Nagasonic Teenage Warhead”, que envuelve la sala de flipe y magia.
Hora y media de intensidad, técnica, buen sonido, calidad y mucha autenticidad. Volamos ya alto como imantados con la mega banda de New Jersey. Extasiados y con su fuerza corriendo por nuestras venas y neuronas. Si por mi fuese, y creo que coincidirían todas las almas presentes, podrían haber incluido el “19 Witches” del Powertrip, y haber acabado de trasladarnos al Cielo del Rock, con un cierre de show con el enorme tema “Unbroken” (Hotel Baby)
Grandes Monster Magnet. Ya deseando verles y disfrutarles otra vez!
Nos llevamos un imborrable recuerdo y una experiencia sensorial completa, y pilas recargadas para una temporada, además de varias púas y una cuerda de la guitarra de Phil Caivano (¡aplauso cerrado!), de noche triunfal junto al también guitarra Garrett Sweeney.
Muy grande y leyenda Dave. Y sus muchachos!
Crónica y fotos: CjRockenfield
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