Lo confieso. Soy seguidor de Y&T desde que tengo uso de razón, y todavía, por un motivo u otro, no había podido disfrutar de su directo...¡madre mía!. Casi me daba vergüenza, escuhándose su música en casa de mis padres desde que tenía siete u ocho años, decir que no había visto a Meniketti en vivo. Y por fin puedo gritar con la boca bien abierta, que la maldición para poder acercarme a ver a los americanos (si no pasaba una cosa, pasaba otra, para no poder ir a sus conciertos), ha terminado, y pude presenciar un auténtico espectáculo absoluto el pasado 28 de septiembre en la Sala But madrileña, con un aforo casi completo, y con un ambientazo increíble. Aunque me entristeció ver que a mi alrededor no había gente jóven...ni tan siquiera de mi propia edad (¡era el "menos mayor" de la zona!). Desde aquí hago un llamamiento a los chavales que deciden gastar su dinero en otras cosas menos interesantes para sus vidas...¡no os perdáis a Y&T la próxima vez que tengáis oportunidad!. Debería tener castigo, por ley.



Ahora sí. Sábado, llenazo, y salta a escena la actual formación que arropa a Dave. Mike Vanderhule a la batería, John Nyman a la guitarra rítmica y Aaroon Leigh al bajo, sustituyendo al querido malogrado Phil Kennemore. Y si empiezas un set con un tema como "Hurricane" de Earthseeker Rock (su primer disco con cierta relevancia) y la sala se pones patas arriba, algo quiere decir. El sonido del público es totalmente ensordecedor, y el sonido es sencillamente sobresaliente. Joder...¡que todo es perfecto desde el inicio!. Pocas veces he visto a una banda empezar comiéndose el show desde tan temprano. Por un lado, la voz de Meniketti está intacta a sus 65 añazos, su sonido de guitarra es único, y si a ello le sumamos que la imagen de sus compañeros acompaña totalmente (así como en técnica), el éxito está asegurado. Siguió la entrada triunfal con "Lonely Side of Town" del clásico Mean Streak, y la nostalgia empezaba a hacer de las suyas en nuestros corazos, pues a mi alrededor nadie quitaba la mirada del escenario, con un Nyman llevando las rítmicas con increíble maestría, y un Aaron de extrema chulería, que no dejaba sus funciones técnicas mermar, y que ofreció un show de altura (Kennemore estará orgulloso, amigo). No hablaremos de la pegada de Mike, que llevó el ritmo del show a otro nivel. Perfecta banda, para pefectas canciones. Y todo auguraba una noche de oro macizo. De In Rock We Trust cayó a continuación "Don't Stop Runnin'", y es que, como nos dijo un comunicativo y cómodo Meniketti, iban a tocar temas de todos y cada uno de sus trabajos hasta la fecha, pues 45 años en escena no los cumple cualquiera...y mucho menos, en su forma física, vocal, y técnica. Todo un titán del rock, que no todo el mundo sabe apreciar. Crema exquisita, solo para los más exigentes, que continuó bañándonos a todos con el clasicazo Black Tiger, llegando a un éxtasis musical absoluto. Tremendo.



Lo siento por los más puristas, pero es así. Mi tema favorito de la carrera de Y&T, es una balada, que no es otra que "Come in From The Rain", de su enorme trabajo Ten, y una vez visto en vivo, puedo decir que conserva toda la magia en escena, aún siendo miembros completamente diferentes a la versión de estudio los que la ejecutan en esta ocasión, a excepción de Dave. Increíble, como Meniketti mantiene intacta su capacidad de transmitir emociones, señores. Emociones que continuaron a flor de piel con la propia "Mean Streak", y todo el personal tarareando "Midnight in Tokyo". Momentos inolvidables que hacían mella incluso en la propia banda, pues la propia cara de del frontman eso nos transmitía en todo momento...pues eso, amigos, es tocar, cantar y actuar con el corazón, con convicción y amando lo que has creado durante casi medio siglo. La piel de gallina solo con evocar el recuerdo una vez más. "Face Like an Angel" de Down for the Count, "Earthseeker" y "Struck Down" (no me esperaba temas de sus dos primeros discos) fueron las siguientes en sonar, que como represntación de sus correspondientes álbumes, estuvieron muy bien, aunque si hubiese sonado la ausente "Winds of Change" o el instrumental "I'll Cry For You", me hubiesen elevado al cielo...pero como no se trata de lo que me gusta a mi, sino de celebrar el cumpleaños de una de las bandas de hard rock más grandes de la historia, ahí están esos dos clasicazos para un setlist tan variado como acertado.



Como guiño a su última obra de estudio, Facemelter, cayó un rudo y bestial "I Want Your Money", contrastando con otro clásico del 81 como es "I Believe in You", dejando bien patente que Dave siente algo por Earthseeker, pues era la tercera canción que caía esta misma noche de aquel trabajo, y que representó, desde luego, uno de los momentos más sentidos y coreados de la noche (¡con todos los que hubo!). Volvemos a sentir la fiereza del tigre negro con "Hang 'em High", y volvemos a la marcha normal. Rock por doquier, caras de felicidad, y a una banda cada vez más crecida en escena. Pues la respuesta del público se reflejó en la banda de tal modo, que cada palabra que salía de la boca de Meniketti era para desatar una emoción.



Musically Incorrect no es uno de los discos más queridos por cierto sector de fans de Y&T, al igual que Endangered Species, pero a mi me siguen pareciendo buenísimos álbumes, y por eso disfruté tanto de "21st Century", que, como el propio título de su álbum indica, es mucho más musicalmente incorrecto, pero que a mi me encanta para dar variedad, solidez y dinamismo al show...¡cómo sonó!. En especial la sección rítmica, en la que Aaron y Mike se estaban dejando el alma...¡brutal!. Pero los más veteranos, y sobre todos aquellos que crecieron con el hair rock, disfrutaron mucho más con "Contagious", uno de sus clásicos más comerciales. Ni qué hablar de "Summertime Girls" del álbum del 85, que nos hacía presagiar que no quedaba mucho tiempo de show, dada su naturaleza festiva. De nuevo salió a relucir Earthseeker en "Rescue Me", seguido de otro guiño a Facemelter como "I'm Coming Home", dejando para los bises dos temas bien diferentes. "Sail on By" (única representación de Endangered Species...¡ya pensaba que si iban sin tocar ninguna del disco!) y, como no, un ensordecedor, grandioso, clásico y apoteósico "Forever", que cantó del primer al último ser vivo de la sala, y que finalizó un concierto para el recuerdo.



Rompí mi personal maldición con Y&T, y de qué manera. Pues por una parte, estoy orgulloso de haber asistido a semejante conciertazo, y por otra, triste de habérmelos perdido en tantísimas ocasiones, pues el evento que presencié fue sencillamente perfecto a todos los niveles. Instrumental, vocal y emocionalmente, Dave Meniketti nos dejó uno de los mejores recuerdos de 2019, y eso amigos, no lo olvidaré fácilmente.



Yesterday & Today...larga vida.



Texto: José Rojo
Fotos: CJRockenfield / José Rojo

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