SOTO - SALA CARACOL (MADRID 24/09/19)
Recuerdo aquella época en la que nos quejábamos por la escasa venida de ciertas bandas a nuestro país. Formaciones que por el motivo que fuese, no eran muy dadas a dejarse caer por los escenarios nacionales. Y ahora que casi tenemos que organizar el mes en base a toda la oferta de conciertos que hay alrededor de nuestras agendas, ocurren sinsentidos como el que pudimos presenciar el pasado 24 de septiembre en la Sala Caracol, y la visita de SOTO con su espectacular banda. ¿Ni doscientas personas viendo a un monstruo como Jeff?...no sé cual será la respuesta, y soy el primero que por distancia, trabajo y demás, llegué al final de la actuación de Big Clyde (de enorme actitud y mejor propuesta, por cierto), pero es totalmente incomprensible, por mucho "mediados de semana" que sea, que uno de los mejores vocalistas de la historia del hard rock se encontrase con un público como el de Caracol. Ya no hablemos de la entrada de JD Miller o Big Clyde (ojalá hubiese visto su actuación completa para poder dejaros una opinión real del show, pero por lo que vi, ofrecieron un show de 10), que se encontrarían con uno de los públicos más escuetos de la gira, con casi toda seguridad. Pero bueno...el caso es que Metalzone no se iba a perder la visita de un gigante como lo es el puertorriqueño, y allí estábamos, dispuestos a escuchar en vivo a la voz de Talisman, Malmsteen, Human Clay o Soul Sirkus, y, ¡por qué no decirlo!...de Steel Dragon. Una institución, vaya.
Arropado el escenario por un telón relacionado con su nuevo disco, Origami, y una intro efectiva sin más, la banda saltó a escena a por todas, y aunque hay comentarios de todo tipo entre mi círculo al respecto, el line up empezó sonando muy poderoso, aunque en "Hypermania" la voz de Soto no es la que cabría esperar, pero todo sea dicho, no tardó ni dos minutos en calentar motores y empezar a derrochar su talento innato. Algunas bocas de las primeras filas parecían moverse al son del tema, lo que me hace pensar que alguien había escuchado su nuevo trabajo, con ese corte más moderno y actualizado, que en mi opinión consigue una fórmula ganadora para renovar la propuesta de la música de Jeff. "Freakshow" (de su anterior Divak) ya sonó como es debido en todos los aspectos, y vimos a una banda totalmente cómoda en escena, especialmente a unos BJ (enorme el brasileño!) y Jorge Salán de una clase sobresaliente, en especial este último, que bajo su propia concentración, derrochó toda una lección de como no fallar ni una sola nota en riffs y solos, no al alcance de cualquier músico. Jeff sabe que tiene a un fuera de serie en sus filas (así nos lo hizo saber), y le deja protagonismo cuando hay que demostrar que a las seis cuerdas hay pocos como Jorge. Limpieza, sonidazo y precisión...¡vaya conciertazo se marcó Salan!. Parte del espectáculo corre de su cuenta, os lo garantizo. Si a ellos le sumamos los acertadísimos coros que son capaces de generar BJ y él, el manjar de calidad por doquier está servido.
Cuando el público realmente empezó a cerciorarse de lo que tenían frente a sus narices, es cuando sonaron combinadas "21st Century" de Jeff en solitario y "Colour My XTC" del enorme Humanimal de Talisman, sucediéndose de la mejor manera posible, y con un Soto emocional, enérgico y arrasador. Pues incluso entre tema y tema actuaba casi de monologuista, transmitiendo un buen rollo y ganas de hacerlo bien que resultó contagioso para el público, que respondió a ese positivismo de la mejor manera posible. Cayó "Drowning", de su Lost in Translation, continuando con un guiño al más actual Inside The Vertigo en "Wrath", siendo de los temas en los que Edu Cominato más pudo lucir tras los parches, en uno de los cortes más cañeros del show, volviendo a Divak con otro tema de la misma naturaleza como es "Weight of the World", en el que más pudimos apreciar el lado más trallero del frontman, al más puro estilo Sons of Apollo.
La banda estaba ofreciendo un concierto de altura, y, aunque el set no era lo que todo el mundo esperaba (algo que por otro lado no entiendo, pues su venida era presentando material actual, y no recordando a Axel Rudi Pell o Yngwie, algo que debería tener la gente muy claro antes de acudir a sus conciertos), creo que todos estábamos muy metidos en el espectáculo que Soto estaba proponiendo. Y volviendo a Lost in Translation, "Soul Divine" fue la siguiente en sonar, con gran parte del público disfrutando sobremanera, especialmente aquellos que no se han ceñido a seguir a Jeff en sus proyectos más laureados, sino que han ido escuchando cada mínima aparición discográfica del vocalista, llegando el momento más emotivo en "The Fall", con especial mención a Daviz Z (su antiguo bajista fallecido durante su estancia en Adrenaline Mob), y en la que el vocalista, con los ojos tapados con su propio fular, realizó una de las interpretaciones más sentidas de la noche. Lo que no hizo olvidar que Jeff es fiesta, y que no se despista a la hora de entregarnos un momentazo (con BJ regalándonos también su voz), recordándonos a W.E.T. en un medley compuesto por "Watch the Fire", "Learn to Live Again" y "One Love", dejando uno de los tramos álgidos de la noche, en su vertiente más hard y accesible.
A pesar de los esfuerzos de Jeff porque nos volcásemos con dos muestras más de su nuevo disco en "Origami" y "Detonate", que sonaron magníficos (con solos de bajo de Tony Dickinson, y de guitarra del gran Salán), es en el clásico de Soto, "Eyes of Love", cuando el público se vuelca, dejando patente lo que querían escuchar en todo momento. Lástima que no la ejecutasen completa, y fuese "World Collide" el tema con el que continuar la fiesta, y finalizando así, la tanda de presentaciones en vivo de Origami, al menos por esta noche, mientras que los fragmentos de "Frozen" de Madonna y "Crazy" de Seal ponían el punto divertido a un set que podría estar compuesto en su integridad por temas de la carrera del vocalista, sin ningún problema. Nada comparable al mejor momento de toda la velada, cuando Jeff, dejando a sus espaldas el micro, nos sorprendía a todos con un "I'll Be Waiting" a capella espectacular, que terminó en eléctrico y demostrando que los clásicos de los primeros trabajos de Talisman siguen tan vigentes como el día de su concepción.
Para finalizar la Soto Party, cayeron guiños a Deep Purple con "Hush", o a Iron Maiden con The Trooper entre otros, disfrazando su música de Steel Dragon para el final del espectáculo, descargando "Livin' The Life", así como la esperada y divertida "Stand Up", con los vocalistas de Big Clyde y JD Miller pasándose el micro entre ellos (y Soto) para cantar estrofas del tema y dar a entender que de gira no se pasa tan mal con momentos como este, poniendo punto y final a una actuación tan divertida como profesional.
Esperemos que la escasa entrada a su show de Madrid no sea un motivo para no volver a verle en solitario por nuestro país, porque el derroche de actitud, calidad y buen rollo que demostró en la capital, no es símbolo de agotamiento precisamente, especialmente, cuando además te arropas de una banda que por sí sola podría ofrecer un concierto sobresaliente. Algo que entre todos consiguieron, y que servidor volvería a presenciar sin pensárselo dos veces.
Crónica y fotos: José Rojo
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