Si Madrid no fuese una ciudad tan complicada para el transporte y el trasiego, sería una especie de paraíso musical para disfrutar de eventos a diario como el que vivimos en Mon Live el pasado Sábado. Un auténtico lujo para la vista y los sentidos de aquellos que decidieron pagar la económica entrada (tratándose de quienes se trataba), y acercarse a los 50 años de rock que esta noche se iban a resumir en la capital. Y para ello, Monterrey fueron los encargados de embadurnandos el paladar a base de un hard rock exquisito, para presentar su único EP (editado hace más de un año por The Fish Factory), que con temazos como "Perro Fiel" o "Me Olvidé de Tí" nos hicieron disfrutar amenizando una espera placentera, entretenida cuanto menos, y aunque en conciertos pasados en los que Monterrey eran los protagonistas, la fórmula surgió efecto en Madrid. Aquí los asistentes, con una media de edad avanzada, consiguieron pasar un enorme momento antes de la venida de los reyes del cotarro. Además, los de Manolo Árias y compañía, no se conformaron con ofrecer un show al uso, sino que descargaron nuevos cortes como "Me Hace Sentir Bien" o "Lo Veo En Tus Ojos", lo que deja muy de manifiesto que superbandas como ellos son justo lo que falta en el país
para contentar a los más veteranos, y tratar de empapar a los pocos jóvenes de la sala de lecciones de hard rock de vieja escuela con maestría a la par que sentimiento añejo. ¡Bien Monterrey!.




Cosas de la vida, siempre fui seguidor de Uriah Heep, casi desde que tengo uso de razón, pero al igual que con otras bandas que para mi son "cabecera", habían coincidido las fechas de sus conciertos con mi mala suerte a la hora de poder asistir a alguna de ellas. Pero, por fin, la mala suerte iba a cambiar el pasado Sábado, y ahí estaba yo, apalancado en la Mon Live, esperando ansioso la salida a escena de los ingleses, y mirando el telón que acaparaba la parte trasera del escenario, con la nueva tipografía de su nuevo trabajo. Un sold out fulminante no podía fallar, y la banda al completo salió a por todas con "Grazed By Heaven", tema que abre su nuevo disco, con la que nos avisaron de que su último hijo, Living The Dream, iba a tener mucha cabida en el show. Sonido algo opaco para empezar, con una pegada de batería inmensa por parte de Rusell Gilbrook, que mantuvo un nivel espectacular durante todo el concierto, y una ecualización que enseguida calibró en la maravillosa y mágica "Return to Fantasy", el primer tema que saboreé de Uriah Heep en mi infancia, y que esta noche caería como una losa, acelerado, y eso sí...con una banda entregada, motivada y sonando a gloria desde el segundo asalto. El nivel vocal de Bernie Shaw rozando la excelencia, el teclado de Phil Lanzon recordando el por qué es el sustituto de uno de los mejores teclistas de la historia (Ken Hensley), y como no, un Mick Box que mantuvo una sobriedad y saber estar en escena, pocas veces vista, siendo la pieza más grande del puzzle que compone Uriah Heep. Clase, destreza, personalidad y feeling...lo mostró todo en cada acorde y cada punteo que salió de sus móviles dedos, que dibujaban figuras en el aire cada vez que se lucía con alguna filigrana. Impresionante.



"Living the Dream" siguió reivindicando el presente de la formación, mientras que la sala terminó de calentarse con "Too Scared to Run", clásico que abría el magistral Abominog, disco que en su día supuso una etapa de cambio y que a día de hoy, es uno de mis predilectos. Sensacional interpretación, sobre todo de un Bernie enérgico y vocalmente impecable, dirigiéndose al público en múltiples ocasiones, y siempre haciendo gala de grandes alardes, que le han servido para convertirse en la voz de una de las mejores bandas de nuestro rollo...¡legendario!. Tercer tema de su nuevo disco, para que viésemos que lo defienden a capa y espada. "Take Away my Soul", fue una de la que más me gustó de la nueva tacada, y no desentónó entre clásicos, desde luego, como tampoco lo hizo "Knocking at My Door", cuyo sólido riff y las clásicas líneas de teclado por parte de Phil, convierten al tema en un futuro inamovible de los set de Uriah Heep. Pero nada se puede comparar a revivir sensaciones ligadas a Demons & Wizards con "Rainbow Demon" y su cadencia más oscura. Espectacular un Bernie que se dejó cada rincón de sus pulmones en crear una versión a la altura del clásico. Seguimos con las actuales "Waters Flowing" y "Rocks in the Road", lo cual, me parece admirable, que una banda como Uriah Heep, con más de 25 discos a sus espaldas, decidan darle tanta cabida a un buenísimo álbum como Living the Dream. Y ahora que vengan los listos de turno, a decir que si viven de rentas, o que sacan discos para justificar una gira. Me río en sus caras, y además con la boca bien abierta.



Echamos la vista atrás y "Gypsy" nos lleva a otra época. Mick Box borda cada nota del clásico de Very 'Eavy..Very 'Umble, y hace entrar en éxtasis a muchos asistentes, sobre todo aquellos que pudieron vivir unos años que jamás se han vuelto a repetir, ni por asomo, en años actuales. Maravillosa composición que esta ncohe tendría cabida, y de qué manera...como "Look at Yourself", que fue el fiel reflejo de lo que fueron Uriah Heep en los años 70, dejando patente que no sólo existían clásicos de Purple o Sabbath, sino que ellos han sido, son, y serán, una de las bandas más influeyentes del mundo del rock duro. ¡De 10!.


Tras "July Morning", y la coreadísima "Lady in Black", que supuso, como es obvio, uno de los momentos de la noche, la banda se retiraba de escena para volver poco tiempo después, entre peticiones y alabanzas, para culminar el show con "Sunrise" y su Smoke on the Water particular, "Easy Livin'". Un clásico imperecedero que cantó hasta el último mono, y que despidió una noche de sobresaliente alto.



Por fin pude ver a Uriah Heep en directo, y si alguien alguna vez se atreve a decirme que no son una de las bandas más grandes del planeta, ya me encargaré yo de rebatir con argumentos. Ahora sí, puedo decir que en directo son imbatibles. Pedazo de concierto el que se marcaron en la sala Mon Live...¡claro que sí!.



José Rojo


Fotografías: CJRockenfield/Felipe (Esto Es Rock!) y José Rojo

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