Por fin, llegamos al último día de Download, y con ello, al más interesante en conjunto, o al menos esa era mi percecpción, la cual no iba muy desencaminada, ya que el Sábado fue a mi juicio un no parar de conciertazos, uno tras otro, todos ellos de altura y con muy poco margen de error. Cansados, dos días, muchos conciertos, muchos kilómetros andando...pero había que sacar energías de donde fuese, y empezamos entregándolas a Hellacopters en el Stage 2, quienes se marcaron un conciertazo de aúpa desde el principio. Dregen, que hacía doblete en el festival, no decepciona nunca, y lo demostró una vez más, aunque el protagonista, como no podía ser de otro modo, era un Nicke Anderson enérgico y con una voz protagonista, aunque con ciertas diferencias a su versión estudio. Pero es un lujo volver a escuchar temazos como "Toys and Flavours" de mano de Nicke y Dregen, a un volúmen, eso si, quizás demasiado alto, lo que no le restó calidad a un concierto de muy buena factura y en el que, los que conocíamos a Hellacopters desde su época gloriosa, nos divertimos de lo lindo.



La siguiente banda que pude ver completa, o casi, fue a unos Volbeat que cada año que pasa me gustan más. Y poco o nada tienen que ver con aquellos daneses que ya empezaban a ser grandes en el Sonisphere de hace unos cuantos años, y que ya partían la pana de lo lindo en estudio, pero se preveía un gran futuro concierto tras concierto. Pero en esta ocasión ya venían acompañados de a un nuevo "protagonista" junto con Poulsen. Rob Caggiano se mueve, se dirige al público y derrocha una calidad absoluta, mientras el resto de la banda no se queda coja en ningún momento. Michael Poulsen estuvo perfecto de voz durante todo el show, y la batería quizás demasiado presente para las primeras filas, algo que se corrigió a los 10 minutos de concierto. Es de las pocas bandas que con un telón y poca historia decorativa, llenan el escenario sólo con su música y la magnífica voz, y además, empezar el concierto quejándose del olor fétido y con "The Devil's Bleeding Crown", ya es una garantía, pues se ha convertido en un himno y así se dejó patente. Me encantó el setlist intercalando temas tan significativos como "Sandman's Tongue", con otros menos conocidos e incluídos como bonus de su último trabajo, como la instrumental arrolladora "Slaytan", que puso el escenario patas arriba. Otros temas como "For Evigt" fueron coreados por todos los asistentes, al igual que "Seal The Deal", también de su último trabajo. Para "Still Counting" ya nos estábamos marchando a coger sitio para el Stage 2 de nuevo, no fuésemos a faltar a la misa que se nos avecinaba, obligatoria para la congregación metalera.



Precioso el decorado y atrezzo del escenario de Judas Priest. Tridentes por doquier y una pantalla de mucha calidad que crearía ambiente, presentando primero el disco del que caerían los temas, y después derrochando buen gusto en videos, tanto del concierto, como animaciones relacionadas. Y puedo decir con la boca bien abierta, aunque entren moscas, que presencié uno de los mejores conciertos de Judas Priest de cuantos han ofrecido en España, pues desde el descomunal "Firepower" no sólo vimos a un Faulkner tirando del carro y punteando como muy pocos saben, sino que presenciamos una segunda juventud de Rob, cantando incluso mejor que en muchos de sus años mozos. Impresionante, emocionante e hipnótico. De verdad, no podía quitar ojo del bonito escenario, de la presencia ultra-heavy que desprenden Richie, un correctísimo Andy Sneap, el siempre en segundo plano pero imprescindible Ian Hill y un monstruoso Scott Travis que no ha perdido nada de pegada con los años. Igual pensáis que exagero, pero sería pura ignorancia creer que a estas alturas, habiendo visto a Judas Priest en muchas ocasiones y pudiendo expresarme con libertad como lo hago, os dijese lo que os estoy diciendo siendo mentira. MAGISTRAL...e incluso más.



No os podéis hacer a la idea (los que no pasaron por allí), la fuerza y poder que desprendieron las exigentes "Grinder" y "Sinner". Pocas veces mis retinas han presenciado imágenes tan heavys en escena, y puedo decir que Faulkner tiene mucha culpa, pues llena el escenario con pisarlo...que locura!. "Lightning Strike" fue para paladares con sabor a metal...exquisita, pero cuando cayeron "Bloodstone" y "Turbo Lover" ya nos habíamos vuelto locos, y en lo personal me costaba creer estar presenciando tal conciertazo de Judas Priest a estas alturas de la película. Para recordar muchos años. La intro "Guardians" condujo a "Rising for the Ruins", épica y totalmente bien adaptada al set, con una parte final estremecedora, pero a partir de aquí, fue un punto clave de la noche, pues sabíamos que contaban con poco tiempo en escena (incomprensible), y que de seguir así lo aprovecharían al 100%. Cayeron clasicazos imperecederos como "You've Another Thing Comin'", la heavy y salvaje "Hell Bent For Leather", y con la motocicleta ya en escena, como no, un "Painkiller" descomunal. Halford sacó energías, no se de dónde, para ofrecernos la mejor interpretación vocal del tema de los últimos 20 años, dejándonos a todos boquiabiertos y literalmente, flipando en colores.



Era un secreto a voces que podríamos ver a Tipton en escena, y así fue en un tramo tan emotivo como divertido con "Metal Gods", "Breaking the Law" y "Living After Midnight", dejándonos a todos con la sensación de haber vivido un momento único, que, si se repite, bienvenido sea...y si no, somos los seguidores más afortunados del mundo, pues ver a Judas Priest en la forma que demostraron esta noche es el mayor lujo que cualquier fan del heavy metal pueda sentir. Mágica...así describo la actuación de los ingleses en Download.



Tras el éxtasis más marcado de los 3 días, cuando quisimos llegar al escenario principal ya estaban preparadas las dos pantallas y la cruz gigantesca en el centro del escenario, esperando a que saliese el Madman a escena, y tras una intro, pudimos ver como "Bark at the Moon" sonaba de auténtico lujo, y que Ozzy nos mostraría la mejor de sus caras esta noche. Es más...la mejor cara de las tres ocasiones en las que he podido presenciar uno de sus shows. Su voz, es su voz...no da para más, pero también tiene sus altos y sus bajos, y esta noche sonó de notable alto salvo fallos puntuales, y a ello le ayuda mucho también el hecho de llevar a una banda escandalosamente buena, donde hay que destacar al bárbaro Zakk Wylde (para mi, uno de los atractivos del show), y un Tommy Clufetos que me parece uno de los mejores baterías de rock de la actualidad, con una puesta en escena única y una pegada que pocos tienen. En cuanto al escenario, he de decir que la cruz con imágenes proyectadas, los láser y las pantallas dan el juego suficiente para que visualmente sea un espectáculo de 10, con lo que poco que reprochar, máxime, si además has visto alguno de sus conciertos más desvestidos de años atrás.



El setlist, por otra parte, era el de siempre, pero muy bien distribuido y diseñado para que nadie se aburriese. Tras el hipnótico "Mr. Crowley", con un sólo de Zakk espectacular, y la esperada "I Don't Know", quizás una de las sorpresas era "Fairies Wear Boots" de Black Sabbath, repleta de imágenes psicodélicas y con un Ozzy bastante preciso con su voz. No faltaron "Suicide Solution", una coreadísima "No More Tears" y "Road To Nowhere", para llegar a uno de los momentos más poderosos de la noche. "War Pigs" sonó malévola y pesada, con un Clufetos protagonista, para llegar a un medley compuesto por "Miracle Man", "Crazy Babies", "Desire" y "Perry Mason", acompañados de un sólo de guitarra, incluído espectáculo en el foso, del hombre de la falda. Técnico y fiel a su sonido, se marcó una sesión de cuerda digna de un grande como lo es su persona, que condujo al show hacia un tramo de puro Clufetos, en el que el batería desparramó toda su fuerza e ingenio, dejando así descansar al Madman.



Continuamos con clasicazos como "I Don't Wanna Change The World", una oscura y perfecta "Shot in the Dark" y "Crazy Train", que la primera vez que pude ver uno de sus espectáculos no entro en el set, y casi le cuesta la vida, con abucheos y pitos ensordecedores. Para los bises, como era de esperar, se dejó "Mama I'm Coming Home" y "Paranoid" con el correspondiente ambiente festivo en escena y por parte del personal, despidiendo la mejor actuación que ha realizado Ozzy Osbourne en nuestro país en los últimos 20 años. Momentazo histórico y memorable que se sumaba al proporcionado por Judas Priest horas antes.



Eso sí...reservamos parte de nuestras fuerzas para Carcass, y de camino, pudimos ver un pequeño tramo de L7, que en lo personal no me dijeron demasiado, aunque la actitud de la banda es santo y seña de la misma, y 77', que no gozaron del mejor de los sonidos, pero que mantuvieron a bastante público en el recinto, que probablemente ya estaba deseando retirarse a sus aposentos.



Lo de Carcass en el escenario 3 fue de otro mundo. Jeff Walker, el Lemmy del death metal, demostró quien manda en su género y se marcaron una hora y poco de auténtico muro de sonido Carcass, técnico, con un sonido arrollador y dándonos lo que buscábamos, es decir, fuerza, perfecta voz rasgada, y unos riffs asombrosamente gruesos. Desde "316L Grade Surgical Steel" de su hasta ahora último trabajo, la cosa no cayó en ningún momento en el tedio, e intercalaron material de prácticamente todas sus etapas, desde Heartwork con mi favorita, "Buried Dreams", a "Black Star" a modo intro, con "Keep On Rotting in the Free World" de su espectacular Swansong, pasando por "Exhume to Consume" del Symphonies of Sickness de su más temprana época. Todo tuvo cabida en uno de los conciertos de death metal que mejor me lo han hecho pasar en mucho tiempo, y que sirvió para que Download nos despidiese con el mejor de los olores...el de Carcass, los reyes de su género indiscutibles y una de mis bandas cabecera, que aquella noche nos hicieron vibrar a base de guitarreo, baterías demoledoras y un Jeff inconmensurable, cerrando así un círculo festivalero que terminó con un gran balance, y que a pesar de algunos inconvenientes de infraestructura que la organización ya trata de paliar, ya se ha convertido en un referente veraniego. Repetiremos.



José Rojo

Crónicas

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