Tras la paliza descomunal de conciertos vivida el día anterior, una vez asentados en el recinto y con muchas ganas de vivir el plato fuerte del festival, el segundo día, he de reconocer, me parecía el menos atractivo de los 3 en cuanto nivel de bandas. Está claro que era una jornada totalmente pensada para que Guns N' Roses brillasen sobre los demás, pero en el resto de escenarios, y siempre teniendo en cuenta que ya sabíamos que habría 3 horas y media de espectáculo Rose, hubo muchas bandas merecedoras de público y de alabanzas. Lástima que siendo sólo servidor el que cubríria todo el festival, no pudiese acercarse a ver a todas, pero se hizo lo que se pudo dentro de las posibilidades. Aunque no llegué a Leather Heart de los que escuché comentarios muy positivos y que me encantan tanto en estudio como en directo, pude por ejemplo ver un buen tramo de Thrice, una banda hardcore que sonó de campeonato, pero que congregó mucha gente que no era precisamente su público, sino más bien seguidores ansiosos de ver a la siguiente banda en descargar, es decir, Bullet For My Valentine, quienes tocarían un rato más tarde y que después de los de Slash, y Parkway Drive, eran sin duda, una de las grandes atracciones del día.





Bullet For My Valentine fueron cumplidores sin más, y esperaba mucho más de una banda que, estrenando disco en el festival, deberían haber centrado sus fuerzas en otros trabajos más conocidos como Scream Aim Fire y no abrir con dos de nueva cosecha, pero no puede llover a gusto de todo el mundo y lo cierto es que sonaron más que correctos y animaron a su público, que en gran medida estaba compuesto por gran parte de la misma gente que el día anterior había alucinado con Avenged Sevenfold, aunque en lo personal piense que poco o nada tienen que ver las dos propuestas musicales. Pero lo que si me llamó tremendamente la atención es la presencia que Matt Tuck tiene sobre el escenario, dominando toda la situación solito y ejerciendo eso si, muy vagamente, como el grenial frontman y vocalista que es...un Alexi Lahio del metalcore, que esta tarde no brilló todo lo que debería. Ni en temas como "Your Betrayal" o "Waking The Demon" dejó un pequeño gesto de gentileza hacia su público, aunque tampoco le fallaron los modales, todo sea dicho. Cumplieron durante algo más de tres cuartos de hora, y dejaron una de las actuaciones que menos sensaciones me produjo del festival, a pesar de que, ni hubo mal sonido, ni iba predispuesto a ningún tipo de sensación. Me gusta la banda, y me gustan sus álbumes, pero he de ser sincero y reconocer que al concierto le faltó mucho para llegar al mínimo para que a mi me emocionase. Nada malo...pero nada notable.


Clutch sin embargo si que animaron el cotarro bajo un sol nada simpático. Neil Fallon es un torrente en escena, y dándonos las buenas tardes en castellano, empezó el mejor concierto de la tarde, al menos, de los de una hora, y por supuesto, gozando del sonido más que notable del escenario 2, que se convirtió desde ese momento en un lugar clave para disfrutar del festival. Los más rockeros estaban de enhorabuena esta tarde, y entre el público se podían ver desde camisetas de los anteriores Bullet For My Valentine, a otras más acordes de Nashville Pussy e inlcuso una vi de Kyuss.
Gentío entendido que sabía que el show de los de Maryland no iba a fallar...y es que temas como “Give Me The Keys” son infalibles para mover a las primeras filas, las segundas, las terceras...me encantaron!. Incluso con un parón por problemas técnicos no detuvo el que fue uno de los momentos más divertidos y eléctricos de la tarde, antesala, como no, de las próximas 4 horas, polémicas, pero, ¿acaso Guns N' Roses no son un grupo polémico de por sí?. Veamos a ver...



Situado casi en la delantera al lado derecho del escenario, me dispuse a no quitar ojo a uno de los conciertos más ansiados del año. El escenario en sí es muy sencillo. Pantalla, escalinatas y un video de un tanque que nos amenaza con darnos rock para rato. El caso es que, cuando casi 20 minutos después de la hora acordada y de aparecer el carro de combate, parece que todo va a empezar, y la banda nos ametralla con un "It's So Easy" muy bien ejecutado, y un "Mr. Brownstone" que presagia muy buenos momentos. Mi alma palpitaba, pero mi estómago y corazón no estaban sintiendo el bombo y la fuerza del concierto...¿estaba demasiado bajo?. Podíamos hablar con la persona de al lado sin alzar un mínimo la voz, y eso en un concierto de rock no es algo positivo. No obstante, correcto montaje, correcta actitud, un Axl correcto de voz y una banda, eso sí, de lujo. De Slash no voy a decir nada que no se sepa ya que siempre he alucinado con su puesta en escena y el sonido de su Gibson, pero creo sinceramente que la parte más auténtica de la noche se la llevaron Dizzy Red y McKagan, el primero derrochando una clase absoluta, y el segundo manteniendo la actitud más macarra y punk de antaño, sin esbozar ni una sóla sonrisa. Hasta aquí, todo correcto, pero ahora la pregunta es la siguiente...¿es necesario tirar de un set de tres horas y media en un festival?. Creo que no es reprochable que la banda quiera agradar y que el fan se vaya con la sensación de haberse biengastado cada euro de su entrada, pero aquí hay varios factores que entran en juego. El primero de ellos es que, si decides jugártela con tal acrobacia, no abarrotes el set con un total de 9 versiones, y menos, siendo covers de bandas como Pink Floyd o Soundgarden (lo cual en su día tuvo sentido como homenaje a Cornell). Ya que te metes en ese terreno turbio para algunos, y tiras de versiones de las bandas paralelas (lo hicieron con Velvet Revolver y los temas del Chinese Democracy, el cual me gusta, pero no considero como G n'R), hazlo de, por ejemplo, AC/DC, o aprovecha esa vena más punk de antaño para mover al público. Aunque en lo personal no creo que sea acertado tal cantidad de covers contando con que "Knockin' on Heaven's Door" ya es obligada de por sí. Por supuesto que me gustan temas como "This I Love", o "Slither" de Velvet Revolver, pero la gente hubiese alucinado si se hubiesen limitado a rendir homenaje (que además ese mismo día se reeditaba en formato deluxe) a Appetite for Destruction incluyendo las clásicas de Use Your Illusion I y II, dejando el show en un par de horas y cuarto habiendo incluído los correspondientes solos de Slash y sin alargar innecesariamente los temas hasta el infinito. Y dicho esto, parece que no me gustó el concierto...pero, ¡para nada!. ¿Quien no disfruta de "Welcome to the Jungle"?. Simplemente no comulgo con un show tan largo...y recuerdo, durante las dos horas y media largas que estuve en primera línea (después me moví para valorar el sonido desde otros lugares del recinto), mirar hacia atrás en temas como "Chinese Democracy" o "Better", y ver algún bostezo, e incluso caras de póker, por puro desconocimiento de lo que estaban escuchando. Guns N' Roses es una banda de clásicos, y quizás ciñéndose a ellos les hubiese salido un show bordado.



Los momentos más tediosos fueron infinitos, pero lo buenos, sabían a gloria. Aunque se trate un cover, "Live Let and Die" me pareció de lo mejor del concierto, a pesar de que Axl ya no estaba en su mejor momento vocal, aunque tampoco en el más bajo. Mantuvo un tono medianamente agradable hasta el final del show, y eso es de agradecer, siempre acompañado de unos coros espectaculares. Otros temazos como "You Could Be Mine" fueron infalibles, con proyecciones espectaculares y moviendo al público, e incluso la inédita "Shadow Of Your Love", me encantó. El problema es cuando después de semejantes trallazos se marcan "Wichita Lineman"...el bajón es absoluto y el público se enfría. Vi a die hard fans de Guns N' Roses desesperados, deseando que el siguiente punto del set fuese de su agrado, pensando ""Nightrain" por favor...o "Sweet Child O' Mine"". Lo bueno, es que casi todos esos momentos llegaron, pero pagando el precio de largos pasajes, versiones y mucho adorno. Hubiese cambiado 7 de los covers por un "My Michelle", y creo que nadie se hubiese negado al trueque.



No obstante, el final de fiesta incluyendo la preciosa "Don't Cry", "The Seeker" (de The Who) y "Paradise City", no dejó de ser un hasta la próxima muy agradable, plagado de pirotecnia, algún fuego artificial, cortina de fuego, y una banda que a pesar de los egos, ofrecieron un recital muy digno, sudando la camiseta (Slash el que más) y ofreciendo no sé si la mejor cara, pero si la más trabajadora, pues si pudiesemos recortar el show y hacer un copy/paste con los tramos divertidos, hubiese quedado una actuación mucho más entretenida y menos polémica. Aún así, creo que se recordará con cariño su paso por el Download. Nadie les puede negar el esfuerzo y las buenas maneras.



Y como podéis imaginar, y aún deseando ver a Parkway Drive, las piernas pesaban, las pilas se agotaban y estar en el recinto durante toda la tarde corriendo de un lado para otro pasó factura. A la próxima prometo no perdérmelos. Un dolor de piernas, por cierto, del que no me arrepentí en absoluto, siendo causado por una gran tarde de rock, y es que sarna con gusto, no pica. Otra gran jornada del Download. A por el último asalto!.

José Rojo

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