RATA BLANCA + WALTER GIARDINO'S TEMPLE - LA RIVIERA (29/11/2017)
Muchos son los años que España esperaba una visita del estandarte argentino, Rata Blanca, en sus salas. Concretamente desde la lejana gira de La Llave de la Puerta Secreta…y de eso ya ha llovido mucho, lo que no ha servido para que nos olvidemos de la gigantesca banda que es. Y no se cuantos, pero algunos consideramos a la banda de Walter Giardino como una maquinaria sin fisuras, sin altibajos y por qué no decirlo…para servidor, una de sus bandas de cabecera, a otro nivel creativo y que pueden mirar a la cara de tu a tu a cualquier leyenda del rock. Sin pelos en la lengua lo digo. No lo voy a esconder y nunca lo he hecho en esta web. Son, a día de hoy, una banda insuperable, no sólo por combos que canten en castellano…me refiero a que hay pocas bandas que transmitan tanto con su música, y por fin, con un tremebundo discazo como Tormenta Eléctrica bajo el brazo (de lo mejor que se ha editado en los 5 últimos años), teníamos la ocasión de poder disfrutar de la magia una vez más. Algunos la primera vez saborearían un feeling y sensibilidad musical única y que sólo ellos saben aportar. Y por supuesto, tanto que se critica a las promotoras nacionales, hay que dar las gracias a gente como la de Rock n Rock, por traernos no sólo a Rata Blanca, sino a Walter Giardino’s Temple, que para todo aquel que sea conocedor de la trayectoria del guitarrista, sabrá que sólo grabó un álbum descomunal, insuperable…apoteósico, que además sería gran parte del show de La Riviera. Admirable ver como se la juegan con bandas menos vistas, y que nos den la oportunidad de disfrutar de bandazas como los propios Rata, o por qué no decirlo, Eclipse, que nos visitan en breve y que seguro ofrecerán un increíble recital de puro hard rock de gran octanaje.
Con una entrada algo escasa para tratarse de quien estaría sobre las tablas (¿Dónde estáis?, pensé…y mi mente seguía hablándome a mi mismo; "el que no haya venido se pierde uno de los acontecimientos del año"). Lo siento y casi doy el pésame a aquel que se quedó en su casa y no vio los dos shows por pereza, porque lo que vivimos en la capital fue, sencillamente, inolvidable. Empezó a sonar Corte Porteño y la nuca empezaba a sentir escalofríos, de esos que se viven pocas veces en la vida. El punteo inicial era un sueño cumplido visto en vivo…pero entró la voz de Ronnie Romero en juego y cualquiera que tenga uso de razón se percató de que la simbiosis Walter/Romero es PERFECTA. Fuerza, sonidazo, feeling, técnica…la voz de Ronnie es totalmente compatible con la música de Temple (recordemos que Walter ya usó las voces de Doogie White o Joe Lynn Turner en el pasado, con lo que la de Ronnie era apuesta segura), y la complicidad en escena es absoluta. La formación se completa con Fernando Scarcella a la batería (espectacular durante toda la noche, por cierto), Pablo Motyczak al bajo y Javier Retamozo a los teclados, totalmente profesional y a la altura de cualquier banda clásica. Impresionante sonido de fragancia setentera el que son capaces de emanar esta gente. No puedo dejar de elogiar lo que vi, y me enrollo más de la cuenta…Sobre la Raya, en el mismo orden que en el citado álbum, fue la siguiente en caer, y no fue sino la confirmación de que la noche iba a ser extremadamente especial. Walter disfruta de un sonido de guitarra afilado, y su técnica es sobresaliente. Es más, creo que podría estar entre 10 de los guitarristas más precisos que he visto…y uno de los que más sensaciones transmite con sus enormes riffs, solos y ese sonido blackmoriano llevado a su terreno con una ”facilidad” que asusta.
Comenzamos la sesión de covers con un Mistreated de Deep Purple que Ronnie presentó como si fuese parte de ella…y ya la ha hecho suya, no hay duda. Espectacular intepretación que haría temblar a los propios Purple. Si cerrabas los ojos, retrocedías 40 años, y podías imaginar a una banda estelar interpretando semejante clásico, que bajo la prodigiosa voz de Ronnie mantiene intacta su esencia. Volvimos a sentirnos, una vez más, orgullosos de él…un hombre humilde, cercano y profesional como pocos, que aún siguiendo la llamada de Blackmore (el sueño de cualquier músico del rock), sigue manteniendo esa sonrisa en escena y con cualquiera que quiera rodearle. Su nombre ya está escrito en letras doradas en la historia del rock, y una noche más nos dejó momentos grabados en la retina y en los oídos. Gracias Ronnie.
Otro de los temas insignia de Temple es Héroe de la Eternidad, que por supuesto no faltó y que sonó con más energía si cabe que en estudio, al igual que Cacería, que sería la antesala de una avalancha de covers de primera línea que nos dejarían a todos con la boca abierta para el resto de la noche. Por fidelidad y respeto a las originales, y por supuesto, esa comunión infalible entre guitarrista y frontman. Cayeron Lady Double Dealer de Stormbringer…uno de esos temas enormes de Purple que no todo el mundo conoce, y que volvió a ser mágico de la mano de los titanes que estábamos viendo en escena. Preciosa también la versión de Street of Dreams. El tono vocal de Romero es increíblemente compatible con el clasicazo de Bent Out of Shape, uno de los álbumes más accesibles de Rainbow, que por lo que veo, Walter adora.
Criyin’ in the Rain fue el tremendo tributo de Giardino y Ronnie a la época más comercial de la serpiente blanca…sencillamente magistral. Siguiendo con temas de Temple, Azul y Negro y Alquimia, iban a ser el afluente perfecto que desembocaría en dos animaladas sonoras como Speed King y un final Burn en el que demostraron el por qué Blackmore se fijó en Romero para volver a sentirse rockero de nuevo. Lo que transmite la dupla de músicos es muy difícil de lograr, y te hacen olvidar que son versiones, dando carpetazo a un concierto que difícilmente se borrará de la memoria de los que allí estuvimos, y que ya soñamos con que se repita. Uno de esos momentos que viviría una y otra vez sin cansarme. Sublime espectáculo que llegó a su final casi sin que nos diésemos cuenta.
Pero quedaba mucho por delante, y con un grandioso juego de luces salía a escena la misma banda que la anterior, con la diferencia de que, en puesto de Ronnie, salía a escena Adrian Barilari, decorado con una gran estética y con una sonrisa de oreja a oreja que no borraba ni un segundo. Eran Rata Blanca, y empezaron su traca personal con Los Chicos Quieren Rock, un futuro clásico que sonó con una fuerza impresionante, a pesar de que a Barilari no le escuchaban en la primeras filas. Su voz, sigue siendo tan peculiar como complicada en ejecución, pero mantuvo el tono acertado durante todo el show, y demostró que como frontman no hay quien le gane, sonriendo, moviéndose y dejando a todos asombrados por su buena forma vocal a pesar de los años y la gigantesca gira que lleva a sus espaldas. La guitarra de Giardino sonaba cortante como una cuchilla, y el público, muy animado, coreaba el hímnico estribillo a sabiendas de la retahíla de clásicos que se nos venía encima. Siguió la celebración con Solo Para Amarte, en la que a Adrián se le escuchaba mucho mejor, creando complicidad total con un público entregadísimo. Impresionante la elegancia, fuerza y maestría con la que Giardino iba disparando cada nota que salía de su guitarra. Todo parecía fácil de tocar viniendo de él…porque su Stratocaster resulta ser una extensión de él mismo, creando momentos de feeling al alcance de pocos músicos a nivel mundial.
La Otra Cara de la Moneda y El Jugador fueron muy bien recibidas por un público muy dispuesto a disfrutar cada segundo de espectáculo, y fue en El Sueño de la Gitana cuando más se pudo sentir ese amor que los hispanohablantes tienen por el nombre de Rata Blanca con todo el mundo cantando cada verso de la canción, aunque para mi, Rock n Roll Hotel no fue menos, con un Barilari bordando cada nota, y llegando muy dignamente a los tonos del estribillo. Así se llegó a la celebrada Aún Estás en Mis Sueños, un tema con una sensibilidad especial que la corearon hasta las columnas de La Riviera. Impresionante e imponente show el que estábamos presenciando, que La Llave de la Puerta Secreta se encargó de afianzar, con un regusto más Malmsteen y un Giardino desbocado que tocó cada nota del tema a la plena perfección, sin fallar ni una mísera nota. Increíble el nivel que se estaba alcanzando y que se vio precedido por una tanda de clásicos que todo el mundo esperaba tras tantos años sin poder disfrutar de Rata Blanca en una de nuestras salas. Agord, la Bruja fue una de las más celebradas, siendo uno de sus clásicos imperecederos, que se vio acompañada de un El Reino Olvidado mágico y técnicamente perfecto.
La catapulta que supuso al éxito Mujer Amante sonó esta noche con gran sentimiento y a las mil maravillas, con cada alma gritando su preciosa letra, para continuar con una de las más especiales interpretaciones de la noche. Chico Callejero (de su debut), siempre me pareció uno de los cortes más contundentes de su discografía , contando con el aliciente de ver a Christian, el hijo de Walter en escena junto a su padre interpretando el tema a la batería. Bonito momento que veía como se acercaba el final de la velada con Guerrero del Arco Iris, en la que incluso se formaron círculos de mosh, y el broche final con La Leyenda del Hada y el Mago, con la que Rata Blanca despidieron una noche llena de emociones, sin momentos de descanso, con un sonido espectacular y una selección de canciones incontestable. Y es que sólo puedo describir la velada con dos palabras…mágica e inolvidable. Una velada que por cierto, esperemos poder disfrutar con más frecuencia por nuestro país. En lo personal, no me importaría ver shows como este todos los días. Aguante Rata. España os quiere, amigos.
Negro…creo que esta noche fue por ti. Como todas las que han pasado desde que te fuiste…seguimos sintiéndote en escena.
Crónica y fotografías: José Rojo.
*Quiero agradecer el excelente trato recibido a Eduardo de la crew de Rata Blanca por su excelente trabajo y amistad, Ronnie Romero por seguir siendo tan humilde y buena gente como cuando le hicimos la primera entrevista al poco de llegar a nuestro país, al propio Walter por su cordialidad, cercanía y simpatía y como no, a la gente de Rock n Rock, de quienes también recibimos un trato amigable y totalmente profesional abriendo a nuestro medio todas las puertas posibles. Gracias a todos.
[ Volver Atrás ]
Crónicas Copyright © por WWW.METALZONE.BIZ - (835 Lecturas) |