ROB ZOMBIE - La Riviera (Madrid 23/06/2014)
Madrid es todo un reto cualquier día de diario y mucho más si cuando te dispones a moverte por sus calles y carreteras es un Lunes, camino a un recinto en el que se celebrará un evento que provocará una ocupación mayor de las plazas de aparcamiento. Si a ello, le sumamos que los que tienen la suerte de trabajar, dependen de los horarios laborales (como es el caso), creo que está más que justificado el llegar con la lengua fuera a La Riviera y muy a tu pesar, haberte perdido la actuación de unos Powerman 5000 que estabas ansioso de ver, y llegase a ver 10 minutos de la actuación de unos Def Con Dos que no degustaba desde el 2009, y que con los cambios de formación me hubiese encantado disfrutarlos una vez más para ver que se cuece en los shows actuales de Strawberry, quien ahora rodea mucho más de samples todo lo que rodea a la banda, pero que no han perdido fuerza ni profesionalidad en materia de directo, tal y como pudimos ver ésta noche en la capital.
En cualquier caso, pedimos disculpas por no poder ofreceros más información de los conciertos previos al show principal, pero cuando se trata de fuerza mayor, creo que incluso los más exigentes entienden el suplicio que incluso para quien escribe, supone perderse esas dos actuaciones, las cuales me hubiese encantado cubrir y disfrutar a partes iguales.
A eso de 21:30 h, y rodeado de grandes imágenes de películas de terror presididas por un amenazante King Kong, el escenario del maestro del horror se disponía de un modo muy parecido al que pudimos ver en el Azkena Rock de hace unos años. Las figuras de Noferatu que formaban los pies de micro presagiaban una tremenda noche de horror musical en el buen sentido, y por supuesto, La Riviera con gran parte de su aforo cubierto nos hacía presentir que algo grande íbamos a vivir. Y es que muchos somos los que no vemos a Rob Zombie sólo como un maestro del shock rock actual, sino que además admiramos su obra al completo ya sea como director, músico o creador de animación. Pequeña me parecía la Riviera para un ser tan grande artísticamente hablando, y ello, provocaba bastantes dudas entre el personal de si presenciaríamos un fiasco de show dados los montajes que está acostumbrado a lucir, o si por el contrario, el show se tornaría a un momento único e irrepetible, y gracias a la fuerza en que cada uno crea, ésta segunda posibilidad fué la que se dió esta noche en Madrid.
El espectáculo del circo de los horrores, presidido por un Rob vestido como en sus más tempranos comienzos en solitario comenzaba con el trallazo Teenage Nosferatu Pussy de su obra editada en 2013. El sonido era perfecto, potente...un auténtico muro que se creó gracias a la pegada y fuerza que John 5, cual villano futurista con cabeza freak y guitarra en mano, imprime al sonido final de la bandaza una calidad infranqueable, así como un Ginger Fish que se muestra como uno de los mejores baterías del género industrial que me he topado, con un magnetismo absoluto, no sólo por su modo de tocar, que es impresionante cuanto menos, sino por el espectáculo visual que supone contemplarle y ni hablar de la presencia "hollywoodiana" de Piggy D, quien se presentó como el más rockero de los 4. Rob por supuesto, es el torbellino que siempre fué incluso en su etapa White Zombie, y con una voz poderosa y que en muchas ocasiones me recordaba a su colega Alice, fué el amo absoluto de La Riviera durante la hora y media de show. Superbeast de su "Hellbilly Deluxe" puso la sala patas arriba, y aún sin toda su parafernalia, ya pudimos presentir que algo para el recuerdo estábamos presenciando. Increíble el feeling banda-público, que no cesó durante toda la noche y que seguro dejó al americano con más ganas de Madrid. Ginger nos despistó tras sus parches para escupir un Living Dead Girl que seguro conocían hasta los que no fueron a ver el concierto y se dedicaban a otros menesteres. A pleno pulmón, todos cantamos el estribillo como si hoy fuese la última noche junto al artistazo que teníamos frente a nuestras narices.
Las mutaciones en cuanto a indumentaria eran constantes y el ambiente estaba a "full". Pocos conciertos he presenciado con tantos grados ambientales y tanta entrega, y con Dead City Radio and the New Gods Of Supertownla fiesta siguió, a pesar de que el tema es más reciente. El estribillo es para pasarlo bien y así lo hicimos, en el que para servidor fué de los mejores momentos de la noche. A remarcar la guitarra luminosa de la que hizo uso el gran John 5, siempre tan innovador con sus artilugios instrumentales en escena, y sus peculiares movimientos de cabeza. Un tipo que no paró ni un segundo de allá para acá, sin surpimir un ápice de su enorme técnica y calidad como músico (recordemos sus colaboraciones compositivas junto a gente como Scorpions o Meat Loaf...no hablamos de cualquier músico contratado). Fué la siguiente parada, o la siguiente atracción de la feria, que seguramente quede mejor en ésta crónica, el momento en el que Ginger se despiezó un despampanante solo con bases electrónicas de fondo emulando un clásico "I Feel Good" que se mezclaba con la impactante pegada del ex-Marilyn Manson, quien se coronó y volvió a demostrarnos lo buen batería que puede llegar a ser. Y el momento MTV llegó con un movido y bailado More Human Than Human que sonó mucho mejor de lo que podemos ver en videos de los 90 de los propios White Zombie. Impresionante conexión y feeling que continúo con la lanzadera de globos que nos dejaron disfrutar durante Sick Bubble Gum. Incluso el propio Rob se acercó a su público subiéndose a la valla inferior, afianzando más la hermandad que se pudo respirar.
El ambiente era inmejorable y ya íbamos por 200º en la sala, generados por el apoteósico show que teníamos ante nuestros ojos. Llegaron 3 clásicos de la banda. La estremecedora, oscura y country House Of The 1000 Corpses, aderezada con un pié de micro compuesto por un amenazante esqueleto, que quizás facturó el momento más terrorífico y atmosférico de la noche, con un Rob escupiendo la letra como si estuviese narrando la letra para la escena más macabra del filme. La industrial y machacona Meet The Creeper, y la más comercial y radiable Never Gonna Stop de su The Sinister Urge, también caldearon la olla a buena temperatura. A partir de éste momento ya podíamos imaginar que la noche no tendría mucha más duración, interpretando el clásico de Diamond Head, Am I Evil?, que no se si superará el cover de Metallica, pero que esta noche sonó como una verdadera tormenta de rock, sintiendo que el diablo no andaba muy lejos del escenario.
Volvimos de nuevo a los 90 con la interpretación de un Thunder Kiss 99 que nos hizo saltar hasta rozar los focos con la punta de los dedos, y sucedido por el sólo de guitarra de John 5, tan dinámico como futurista (con dedos luminosos que luego lanzó al público, por cierto), con su peculiar modo de enlazar las notas, Rob, linterna en mano, se paseo por toda la Riviera, barra por barra, palmera por palmera, mezclándose entre su público. Un público que obviamente enloqueció al ver a la estrella entre la gente con su camiseta "i love Madrid", ofreciendo la posibilidad de chocar la mano con uno de los zombies más famosos de la historia del terror. Momentazo que le otorgó al show otro punto extra, que ayudó a que nos olvidásemos del espectáculo que la banda despliega en USA y sucedáneos. Momento que también vió continuidad y no cesó con una estupenda versión del School's Out de Alice Cooper, un esperadísimo y celebradísimo Dragula que sonó atronador y perfecto, y con la indumentaria basada en la bandera americana y sombrero en coco, una enorme interpretación del We're an American Band del imperecedero clásico de Grand Funk Railroad. Y si...era el momento...la banda se retiraba tras un final glorioso, para no salir más a escena, momento en el que el reclamo, los cánticos de "zooombie, zoooombie", provocaron que la banda saliese de nuevo a escena para regalarnos la impresionante y maléfica Scum Of The Earth. Un regalo que se agradeció y que sirvió para ver a una banda que quizás de haber tenido más tiempo, hubiese seguido disfrutando del ambiente que les ofreció Madrid, y es que incluso el propio Rob declaraba en su Facebook lo asesino y bestial que fué el concierto de la capital española. No le faltó razón, desde luego.
Una vez retirados de escena, la sensación de querer verlos más a menudo, y de continuar siguiendo su música y su arte por méritos propios del americano, era casi unánime, ante un concierto irrepetible, donde la comunión banda-espectadores fué impresionante, y donde se generó una atmósfera y buen rollo difícil de olvidar y repetir. Y es que en Azkena ya pude ver un show de alucine, pero lo de La Riviera fué simplemente de 10, más si contamos con las pocas posibilidades con que contó la Rob Zombie en cuanto a lo que están acostumbrados.
Colosal y terroríficamente divertido. Deseando que vuelvan de gira.
Crónica: José Rojo
Foto: Cristina Morales
[ Volver Atrás ]
Crónicas Copyright © por WWW.METALZONE.BIZ - (1254 Lecturas) |