EPICA + AMBERIAN DAWN

15 Noviembre 2008 - SALA CARACOL – MADRID




Aquí te dejamos la crónica del paso de EPICA por Madrid. En esta crónica se estrena nuestro nuevo colaborador-redactor Daniel Cervantes, quien reside en Murcia, y viajo hasta Madrid para seguir el show de Epica y contarnos lo que aconteció.

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AMBERIAN DAWN











Las coordenadas eran exactas: el mapa nos había llevado a un barrio residencial con sus bloques de edificios y todo. Cruzando dos calles desde la parada de Embajadores dimos con la manzana en la que estaba la sala, que a su vez estaba rodeada por una gigantesca cola que los afortunados asistentes habían formado. Y digo afortunados porque las entradas se habían agotado semanas atrás. Esto sumado a la imposibilidad de trasladar el show a una sala más grande fue la causa de que algún que otro fan tuviera que apresurarse en encontrar a alguien en la cola que revendiera su cutre papelillo de Tick Tack Ticket.




Claro, si esta situación es posible también es debido a que Epica han crecido mucho como banda en los últimos años, girando sin parar por todos los rincones de Europa y América. Estas cosas se notan mucho, sobre todo cuando te ves a los músicos en las últimas fechas del tour, sacando lo mejor de sí mismos pese a estar exhaustos de haberlo dado todo la noche anterior. En este caso venían de Barcelona y el guitarrista Ad Sluijter a penas se movía, lo justo como para ejecutar los temas a la perfección, pero nada de dedicarle aunque sea un gesto de alegría al público. Pero bueno, como ya decía es lógico que estén algo cansados. Los demás en cambio se esforzaron al máximo por divertir a los espectadores, mostrando a unos músicos mucho más humildes y guasones de lo que había imaginado.












Volviendo a la cola: empezaba a verse el tipo de audiencia que iba a haber en el concierto. Por una parte se podía apreciar la abundancia de seguidores de bandas con voz femenina, viéndose por allí muchas camisetas de Leaves Eyes, After Forever, Nightwish... Aunque la mayor parte eran parejitas que más tarde expresarían su amor durante las canciones lentorras en forma de besitos. Pese a que este hecho pudiera hacernos pensar que el ambiente decaería, todo el mundo coreaba, se emocionaba y aplaudía, alcanzando un especial clímax en cada una de las numerosas ovaciones. La espera se alargó un poco más de lo debido, pero a las 8 y cuarto empezaron a dejar que la gente pasase. Cuando yo entré ya había atasco en las primeras filas, sobre todo muchachas jóvenes a las que se les veía en la cara que era la primera vez que veían a Epica descargar en directo.



El escenario de la sala Caracol poseía un telón de color rojo -a juego con el cabello de las vocalistas de ambas bandas- que ocupaba todo el ancho de la sala (que tampoco era mucho), y cumplía la función de mantener la intimidad de técnicos y pipas mientras preparaban las actuaciones; no obstante está función tan solo la cumplió durante los minutos previos del comienzo del show de los holandeses. Habiendo dado tiempo a criticar ventajas e inconvenientes de las reducidas dimensiones del local, empezaron los teloneros, Amberian Dawn.








Se trata de una banda finlandesa de Gothic Metal, con tan solo un disco a sus espaldas de nopmbre "River of Tuoni". Sonó la intro y la gente empezó a animarse. Abrieron con "Curse" una de sus melodiosas canciones. Ya había escuchado el disco con anterioridad y la verdad es que me impresionó muy gratamente. Los ritmos suenan totalmente compactos y las melodías vocales rozan un estilo que a cualquiera le puede sonar un tanto "familiar"... Y es que las comparaciones con los Nightwish del Wishmaster son inevitables, pues la voz de Heidi Parviainen se mueve por el mismo territorio que la de Tarja. En directo suena genial, aunque aún le falte pulirse un poco. Los muchachos que acompañaban a la señorita por su parte derrochaban energía por los cuatro costados, lo cual a veces supuso un problema a la hora de moverse por el escenario, ya que no paraban de saltar y hacer headbanging (sobre todo el bajista, Tommi Kuri), pero qué mejor que estrenarse en Europa arropados por los adeptos de Epica...












Siguieron con "Sunrise", otro corte muy a lo Nightwish. La gente se empezaba a dar cuenta de qué les sonaban aquellas melodías. Seguidamente sonó "My Only Star", una de las canciones mas sentimentales de la banda. Muy bonita. Continuaron con una nueva canción titulada "Shallow Waters", la cual incluirán en su próxima obra de estudio, por lo visto muy en la línea de lo editado hasta el momento. Al término de esta última, las luces se apagaron y emergió el sonido de unas campanas: la melancólica "Passing bells" fue la siguiente elegida. Más tarde cayó "Fate of the Maiden"(probablamente el tema con la melodía más paranoica), para después terminar con la pegadiza "River Of Tuoni", cuyo riff principal se repitió en nuestras cabezas hasta 20 minutos después, por lo menos. Y así, habiendo hecho un repaso casi completo de su único álbum, se marcharon para dar paso a la razón por la que la mayoría de los que estábamos allí habíamos llegado a la sala caracol.









Sin embargo esta notable semejanza con sus paisanos Nightwish yo la veo como lo que pasa con Airbourne y AC DC: precisamente que hacen la misma música, pero en un momento en que se echa mucho de menos ese sentimiento que nos transmitieron los precursores del género, en este caso Tuomas y sus músicos. Todo un acierto y todo un placer poder haber visto a una banda que espero crezca mucho en poco tiempo.



Setlist de AMBERIAN DAWN:



Intro

Curse

Sunrise

Valkyries

My Only Star

Evil Inside me

Shallow Waters

Passing bells

Fate of the Maiden

River Of Tuoni








Llegaba el momento. El personal de ambas bandas se movía de un lado a otro del escenario llevando y trayendo cosas (entre esas cosas un ventilador). Una vez despejado aquel lío de cables, los pipas desaparecieron casi a la vez que la iluminación. Al poco empezaron a sonar las primeras notas de "Indigo", a mi parecer una de las intros más bonitas que he tenido el gusto de escuchar. Poco a poco salieron a escena los distintos militantes del combo holandés. Lo típico: salía uno, la gente gritaba, salía otro, la gente gritaba... Uno a uno iban cogiendo sus instrumentos (sorprendía el hecho de que el bajista Ives Huts tuviera un bajo para zurdos) y poniéndose en posición: comenzaba "The Obsessive Devotion", y a los pocos segundos se incorporaba la bellísima Simone Simons, portando una voz ridículamente nítida. Después desapareció unos minutos mientras el virtuoso Mark Jansen cantaba su parte (magníficamente, dicho sea de paso).












Entre cambio y cambio apenas díó tiempo a apreciar el comienzo de "Sensorium", canción que nos daría a conocer a Epica en su momento (la primera del primer disco) y que en esos instantes se metía al público en el bolsillo. Tras tomar algo de aire, Mark se dirigió a la audiencia expresando su júbilo por la calurosa acogida, y anunciando "Menace Of Vanity" como próxima interpretación. Durante la ejecución del tema, Simone bailaba como bien podía, atrapada en un corsé azul que apenas permitía movimiento. Tan solo podía menear un poco los hombros, y cuando hacía headbanging tenía que mover todo el torso, lo cual levantó más de una... "Mirada". Hay que admitir que para poseer una belleza tan abrumadora no se lo cree tanto como podría hacerlo otro proyecto de cantante femenina, aún con el peso de las babas de la mitad de los varones de la sala. "Living A Lie" fue la siguiente, seguida de la coreada "Blank Infinity". Después cayó una de esos temas que empiezan lentos y que continúan brutales (lo cual es un recurso compositivo bastante repetido por el grupo), "Cry For The Moon".



Tras estos temas, el nuevo batería de la banda Ariën van Weesenbeek nos deleitó con un asombroso solo de batería, dejando claro que no está ahí de casualidad. Toda esta brutalidad se contrarrestó con la interpretación de "Solitary Ground" por parte de Simone, con Coen en los teclados, dando la oportunidad al público de colaborar en el estribillo. Muy emotivo, además la vocalista le dedicó la canción a un familiar que había perdido recientemente, explicando que pese a que la vida nos ponga obstáculos, hay que seguir hacia delante. En este caso ella tuvo que seguir de gira sin poder dar su apoyo directo a las personas que para ella son más importantes...












Finalizada la melancólica balada, Mark Jansen se acercó al micrófono a recordar que, después de todo, ellos son lo más cañero que hay. Para que nos lo terminásemos de creer interpretaron una versión de los grandísimos Death de nombre "Crystal Mountain", poniendo en entredicho la dependencia de la banda respecto a la pelirroja que tienen al frente, ya que no les hizo falta para nada durante el homenaje que rindieron al legado de Chuck Schuldiner. Con esto dieron paso a "Seif Al Din", la parte que cierra la historia "The Embrace That Smothers" que Mark iniciaría aún formando parte de After Forever, y que concluiría con Epica en su disco debut. Continuaron con "Mother Of Light" con una Simone que se desgranaba en cada uno de los numerosísimos cambios que contiene; a esta ya le sucedió la traca final consistente en temas de la talla de "Chasing The Dragon" (como ya decía antes es una de esas canciones que empiezan lentas y terminan cañeras), "The Phantom Agony" (con un extraño ritmo maquinero en las estrofas), "Sancta Terra" (concluyendo el repaso a su última obra de estudio) y la medieval "Quietus", la cual siempre aporta un toque ambiental a los conciertos con sus flautas sonando de fondo...



Pero nada tenía que ver con lo que venía a continuación: y es que las primeras notas de "Consign To Oblivion" fueron arrancados del teclado de Coen, haciendo que la sala se viniera abajo cuando las guitarras hicieron acto de aparición. Uno tras uno fueron cayendo los casi diez minutos de lo que para mí es la cumbre musical del grupo, con todos sus cambios, sus solos... Pero lo que no tuvo precio fue poder ver en directo los últimos segundos de la canción, que si en estudio ponen la piel de gallina con los coros, en directo la envolvente voz de Simone llegó hasta las octavas más lejanas aún combinándolas con tonos mucho más graves. Esto dio un resultado soberbio, aunque no tanto como la ovación que se llevó la banda que tan buen rato nos había hecho pasar.





En conclusión: un concierto magistral, realizado por unos músicos muy humanos que lo dieron todo por un público entregado, gracias a un buen sonido y una muy buena ejecución; y también gracias a unos teloneros certeramente elegidos que caldearon el ambiente para lo que venía a continuación.















Cuando la gente empezó a irse y era ya menos la densidad humana por metro cuadrado salió Mark Jansen a darse una vuelta y saludar a los que había allí congregados/as con sus discos originales y sus rotuladores. Más tarde, cuando los groseros porteros nos echaron literalmente a la calle (ya que por lo que tengo entendido había otro concierto después), el personal que acompañaba a Epica en el tour fue saliendo con equipos e instrumentos. Detrás salieron debidamente aseados los chicos del grupo, quienes se quedaron haciéndose fotos con los pacientes fans que habían estado esperándolos un buen rato respirando el gélido aire de Madrid a esas horas de la noche; todos a excepción de Simone, quien salió luego a toda prisa hacia el bus, con una boina y unas gafas de culo de vaso, tapada hasta el cuello y acompañada de un hombre que la llevaba rápidamente hacia el bus de la gira sin dar lugar a que nadie se le acercase. Nos dejó un poco fríos la verdad (valga la redundancia), pero según alegaron sus compañeros se estaba recuperando de algo... A saber, tendrá sus razones. Pero pasando por alto esto último, el grupo demostró que además de ser artistas son personas, y encima la mar de majas, lo cual hizo que mi opinión sobre ellos (y ellas, pese a todo) mejorara aún más. Espero que vuelvan muy pronto, tal y como nos tienen acostumbrados.








Setlist de EPICA:



Indigo

Obsesive Devotion

Sensorium

Menace of Vanity

Living a Lie

Blank Infinity

Cry For The Moon

Solo de batería

Solitary Ground

Crystal Mountain (versión del clásico de Death)

Seif Al Din

Mother Of Light

Chasing The Dragon

The Phantom Agony (con ritmo maquinero)

Sancta Terra

Quietus

Consign To Oblivion



Texto: Daniel Cervantes

Fotos: Ikki Muñoz ( correspondietes al show de Bilbao)

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