SUPER BOCK SUPER ROCK FESTIVAL 2007
SUPER BOCK SUPER ROCK FESTIVAL
28/06/2007 – LISBOA (PORTUGAL)
Llevaba tiempo con las ilusiones de toda una vida metalera puesta en éste concierto. Era la primera vez que iba a ver a uno de los grupos que me iniciaron en éste mundillo, los grandes de San Francisco: Metallica. El lugar elegido para ello era un desconocido para mí festival llamado Super Bock Super Rock festival, organizado por una conocida marca de cerveza en Portugal (que por cierto, está buenísima) y el día, el 28 de Junio. Un día que quedará grabado a fuego en mi memoria para siempre por lo siguiente que voy a relatar.

Conocíamos ya el terreno, ya que habíamos llegado el día previo a Lisboa y habíamos planeado el como llegar al recinto, por lo que encontrar el Parque do Tejo no nos supuso mucho problema a mí y a los que iban conmigo. La apertura de puertas estaba prevista a las 15:00, así que tuvimos tiempo para inspeccionar los alrededores del recinto y para comer un poco bajo el calor sofocante a la que estábamos sometidos los metaleros tanto portugueses como españoles, que también los había a montones.
Puntualidad en la apertura de puertas y una vez dentro pudimos observar algo que en muy pocas ocasiones, por no decir ninguna se encuentra en España. Un festival para que a los organizadores de festivales en España se les cayera la cara de vergüenza. Precios que dejan en entredicho la consabida regla de que dentro de un festival todo es caro. Por poner un ejemplo: Un litro de cerveza 4 €, un vaso normal de cerveza (más grande que una caña) 1’50 €, se podía hartar uno de comer perfectamente con entre 2 y 4 € y así un largo etcétera. La prueba de los precios por lo pronto, un sobresaliente altísimo para los organizadores, y ese es uno de los puntos que la gente agradece a más no poder.

La entrada y la salida de personas al concierto se dio de manera organizada y pacífica, y los autobuses que la organización había dispuesto para enlazar el recinto de festivales con la Estación de Oriente estuvo ahí puntualmente y con diligencia. Dentro del recinto, consecuentemente, todo funcionó como un reloj. Cada persona encargada del buen funcionamiento del festival realizó su trabajo a la perfección, y a pesar de que pudiera haber algún incidente aislado, el festival transcurrió como para volver el año que viene sin pensárselo dos veces.
Abrieron el inmenso escenario un grupo portugués de nombre Men Eater. Un grupo que profesa un metal agresivo de bastante calidad pero a los que la hora de salida, 16:00, no les fue propicia. De todas maneras dejaron un buen show y la gente lo agradeció. Tocando en casa, tuvieron bastantes fans allí en las primeras filas.

Los segundos teloneros me dejaron con la boca abierta, tanto por el buen hacer de sus componentes sobre las tablas, mención especial a su vocalista, Vasco, que supo meterse en el bolsillo a los asistentes a base de berridos y de carreras sobre las tablas. Cierto es que tocar aunque sea 7 horas antes que Metallica te da un seguro de asistencia, sin embargo, nadie de los allí presentes despreció el trabajo de unos jóvenes portugueses que desbordaron energía a base de metalcore estilo Killswitch Engaged. Recomiendo que entréis en su web myspace y escuchéis alguno de sus temas como “Memories and Addictions” o “The Hollow”.
Lamentablemente no puedo decir lo mismo del tercero de los grupos locales, que un poco más y salen de allí escardados. Nada más salir a escena y verlos sabíamos que no iban a encajar bien en un cartel de base eminentemente metalera, no sin razón, ya que cuando empezaron a tocar ese estilo tan… suyo (mezcla de chillidos emo – electrónicos con teclados y ritmos punk muy extraños). El público comenzó a abuchear sin piedad, sacando pañuelos blancos como si de un estadio de fútbol se tratara y a lanzarles lo que tenían mas a mano (que afortunadamente no pasaron de ser botellas o vasos de plástico vacías). Supongo que a alguien le gustarían, pero yo no me incluyo. Fue el fracaso del festival, un grupo que nunca debió haber estado allí y del que se rió el 80 % de los asistentes.

Tras este mal trago comenzó lo bueno de verdad con la actuación de los Norteamericanos Mastodon. Un grupo, que a pesar de no realizar un concierto que llamara especialmente la atención en cuanto a innovación o a buen hacer. Realizaron un show bastante correcto con los que sus fans y los que no lo eran tanto disfrutaron de lo lindo.
Un gran trabajo de sus cuatro miembros (Brann Dailor, Brent Hinds, Bill Kelliher y Troy Sanders), que abrieron la tarde grande de Lisboa con “Iron Tusk”, tema con el que el público arrancó definitivamente. Uno de sus temas destacados de su último también cayó en el set-list: “Colony of Birchmen”. Sin embargo el más coreado fue “Blood and Thunder”.
Poco después de que los de Atlanta abandonaran el escenario, irrumpieron en escena como un vendaval sus vecinos de Iowa. Unos Stone Sour que se convirtieron junto a Metallica, claro está, en grandes triunfadores del festival por sus ganas de hacer bien las cosas y la energía inusitada de todos sus miembros, destacando al genial vocalista Corey Taylor, con pelo corto recién estrenado y su batería Roy Mayorga.

Abriendo con “30, 30 / 150”, tema que abre su último disco “Come whatever (may)”, se destapó la caja de los truenos y con ella la energía de un Corey Taylor surgió como un trueno dando repaso a grandes temas de un grupo poco conocido que por ahora solo tienen 2 discos en el mercado, pero que a éste paso pueden mejorar muchísimo. Yo personalmente disfrute enormemente del concierto ya que sigo a ésta banda desde hace varios años. Destacaría la ejecución de temas como “Inhale”, “Get Inside”, “Blotter” y por supuesto la balada de turno, un tema llamado “Through glass” que realmente pone los pelos de punta.
Broche final pues para la gira de Stone Sour en Europa, que se van para los Estados Unidos con el sabor de boca que deja el trabajo bien hecho. Al finalizar el concierto, Roy Mayorga destrozó la batería a patadas y el también Slipknot, Jim Root hizo lo propio con sus amplificadores, probablemente van a necesitar unos nuevos.

Pasado cierto rato, el sol se estaba yendo ya, y aunque no estuviéramos aún a oscuras, un fresquito muy de agradecer empezó a recorrer el recinto de punta a cabo. Era tiempo de show para el calvo de las gafas de sol eternas, un Joe Satriani que pasó más bien desapercibido por el Super Rock Super Bock Festival.
Es evidente y reconocido el buen hacer y el genial virtuosismo que posee éste guitarrista, pero una mezcla de ganas de ver ya a Metallica y un aburrimiento propio de más de una hora de solos de guitarra sin parar provocaron que el público se volviera bastante frío y si bien disfrutaron del concierto como se suele decir “de tranquis”, no fue uno de los más aclamados en la noche del 28 de junio. Grandes temazos como siempre, pero el más aplaudido fue el de despedida, “Summer song”.
Estábamos un poco más nerviosos de la cuenta cuando a las 23:10 aún no habían salido a escena los de San Francisco, cuya actuación estaba prevista para las 22:45. Un retraso casi normal teniendo en cuenta el espectáculo de luces, fuego, sonido e imagen que nos tenían preparado. De repente llegó el gran momento, las luces aumentaron su intensidad hacia nosotros haciendo que nos deslumbráramos, y una leyenda caída del rock and roll universal, Bon Scott, se hacía oír: “It’s a long way to the top if you wanna rock and roll…!” Tema con el que el público comenzó a tronar, reventándole los tímpanos al más pintado del recinto cuya ocupación rondaba las cincuenta mil almas. Tras el temazo de rigor, apareció en las pantallas uno de los tíos más duros de la historia del cine: el señor Clint Eastwood en imágenes de la archiconocida cinta “El bueno, el feo y el malo” a la par que sonaba el detonante de infartos pre conciertos de Metallica: “The ectasy of gold”. La marea estaba enloquecida ya, los corazones palpitaban casi hasta el borde de la implosión y entonces…

… no puedo adjuntar el sonido atronador de lo que sucedió, pero imaginaos el sonido celestial de los primeros riffs de “Creeping Death”, el amontonado medio centenar de miles de personas allí congregadas no paraban de cantar con un James Hetfield muy fresco y con ganas de hacerlo bien. Un manifiesto grabado en su frente que dice: “Estamos aquí por que nos lo hemos ganado, cojones”. Un tirón de orejas a quienes los critican y dicen que ya no sirven para esto, unas personas que (casi seguro que no estaban allí) se hubieran quedado con la boca abierta de par en par y tragándose las moscas que rondan las mierdas que sueltan sobre los cuatro jinetes del apocalipsis del metal.
Siguiendo con la línea “Ride the lighting” y con un llamamiento al personal: “Lisbon!, Metallica is with you! Are you with Metallica?!” siguieron ofreciéndonos dos grandes temazos como lo son “For whom the bell tolls”, arrancada por un activísimo Robert Trujillo, quizá no mejor que Jason Newsted pero con dos cojones como sandías, un Rob que durante todo el concierto no paró de pasearse con sus simiescos andares y con sus tan características poses. Un Trujillo sobresaliente que demuestra concierto tras concierto que es una pieza fundamental de los nuevos Metallica. “Ride the lighting” cerró la primera parte de la interpretación de un “Ride the lighting” que tuvo una amplia representación.

“Disposable heroes” siguió con un recital metalero del que he disfrutado como nunca. El mejor concierto que he visto en mi vida y que difícilmente pueda superar ningún otro, ni siquiera de los mismos Metallica. Un tema poco representado al que le siguió uno que poca gente se esperaba. Una guitarra acústica al lado del micrófono central era el preludio de alguna balada. Casi nadie se esperaba que la escogida fuera “The Unforgiven”, un temazo con letras mayúsculas que provocó que la marea negra Lisboeta se convirtiera en un cielo estrellado. Es curioso como las nuevas tecnologías afectan a algo tan trivial como un concierto. Si antiguamente se usaban mecheros para iluminar una balada, son ahora los móviles los encargados de ello. Miles de móviles y cámaras de fotos alzadas que provocan un efecto visual impactante del todo.
Tras “…and justice for all”, otro de los temas que poco se escuchan en sus set-list. Se dio a escuchar “The memory remains”, un tema que normalmente va precedido por “Fuel”, pero que en este caso se convirtió en la única representación en toda la noche de un tema de Metallica post-black álbum. Un set basado en clásicos que a algunos les ha puesto la mosca detrás de la oreja, sospechando que Metallica están basando el filón en sus clásicos y que no dejarán de apoyarse en ellos (cosa que yo opino que bien hecho), de todas maneras se echan de menos temas como el ya mencionado “Fuel”, “Until it sleeps”, “Bleeding me”, “Devil’s dance”, o alguna representación del no muy aclamado “St. Anger”. También nos esperábamos algún tema nuevo como el que sí cayó en Bilbao.

“Orion”, armonizado por un gran Robert Trujillo fue un espectáculo digno de ver. Y el momento álgido de la noche fue el combo “Master of Puppets” – “Battery”. Caña burra por un tubo para goce y disfrute del personal. Poco después, “Nothing else matters” volvió a vestir la noche Lisboeta con luces electrónicas. Esta preciosa balada probablemente fuera reclamo para mucha gente poco conocedora de la banda de San Francisco. Tras ella y con “One” se vivió uno de los mejores momentos de la noche. Mientras sonaba el consabido sonido de ametralladoras, guerra y misiles que preceden a éste temazo a medio tiempo todos nos vimos sorprendidos por un aluvión de fuegos artificiales preciosos. Tracas que provocaron que nos tapáramos los oídos y un juego de fuegos artificiales rojos hacia el cielo de Lisboa que provocaron aplausos y ovaciones a más no poder, todo ello con el telón de fondo de imágenes de la película de culto “Y Johnny cogió su fusil”. Brutal espectáculo el ofrecido, que nos dejó a todos boquiabiertos, quizá esperando que los reyes del metal no estuvieran muy finos.
“Am I Evil?”, un tema que en palabras del propio Hetfield llevaban tiempo sin representar y “Seek and Destroy” pusieron broche final a un concierto que se lleva la palma, un espectáculo que ningún mortal sobre la tierra merece perderse. Cuatro ases que se lo curraron a más no poder y que pusieron los huevos sobre la mesa para decir que no están acabados, todavía no. Esperemos que cuando saquen el nuevo disco no nos hagan cambiar de opinión.

A continuación me gustaría resumir la actuación de cada uno de los cuatro ases de Metallica, ya que de cada uno podría escribir páginas y páginas.
James Hetfield: Uno de los cuatro pulmones de esta banda, estuvo más que activo paseándose por los ocho micrófonos con los que contaba el escenario. Su voz, a pesar de no ser como antaño, se mantiene muy bien y fue capaz de entonar todas las canciones de una manera brillante.
Kirk Hammett: Qué decir de éste hombre, es virtuosismo y elegancia en persona. Un gran guitarrista para una gran banda, el encargado de aportar ritmo y solos vertiginosos que marean a la muchedumbre y que marcan el punto de inflexión con otras bandas. Estuvo genial, aunque no muy generoso con el público.
Rob Trujillo: Genial y poderoso, este grandullón ha sabido conectar con el público amante de Newsted, un vínculo creado a base de saber estar, espectáculo y de un juego de dedos que no se veía desde Burton (D.E.P.).

Lars Ulrich: Aporreando como nunca, el pequeño gran batería de Metallica procuró un concierto como nunca, los que hayáis visto el concierto titulado “Cunning Stunts” os podéis hacer a la idea de lo que es capaz de liar este danés. Su trato con el público exquisito del mismo modo, regalando muchas baquetas y contactando con ellos siempre que podía.
En definitiva, y como habréis podido comprobar, se me cae la baba con éste grupo que desde principios de los ochenta han estado dando caña y derrochando buen hacer. Parece ser que el bache por el que han pasado y que fue ilustrado en su película “Some Kind of Monster” se ha superado ya. Esperemos repito, que no nos defrauden con su nuevo álbum de estudio. Yo por lo pronto me acuesto sabiendo que he visto uno de los mayores espectáculos sobre la tierra, y conmigo fueron 50000 personas las que vibraron al son de clásicos metaleros que han marcado un antes y un después en la historia de nuestro rollo. Del mismo modo, un 10 a la organización del festival, que se portó como ninguna organización en la que haya estado antes.

Set list:
The ectasy of Gold
Creeping Death
For Whom The Bell Tolls
Ride The Lightning
Disposable Heroes
The Unforgiven
...And Justice For All
The Memory Remains
The Four Horsemen
Orion
Fade To Black
Master Of Puppets
Battery
- - - -
Sad But True
Nothing Else Matters
One
Enter Sandman
- - - -
Am I Evil?
Seek And Destroy
TEXTO Y FOTOS: Sergio Rodriguez Villa METALZONE
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