Primer año en que Metalzone tiene el placer de asistir al Lion Rock Fest, y lo hicimos con una expectativa altísima dados los comentarios positivos cosechados por la edición de 2023. El cartel...una delicatessen, no menor que lo que supuso el emplazamiento en el que se celebró el evento, y por supuesto, una organización de la que deberían aprender algunos de los más experimentados. El Palacio de Congresos de León se veía abarrotado de almas amantes del hard rock ante una plantilla cargada de nombres de primerísimo nivel, con dos escenarios, instalaciones cuidadas, comodidades añadidas (este año había gradas), zona de merchandising, oferta gastronónmica sencilla...¡no faltó de nada!. Es más, creo que en Madrid, por poner un ejemplo, no existe un lugar habilitado como este, para poder crear eventos de la envergadura de este, en pleno mes de octubre. Algo que, sin tardar demasiado, será aliciente para que el festival se posicione como referente en nuestro país...al tiempo. Muy competente, y con un trato al público y prensa realmente exquisito. Un festival realizado con cariño...eso, se nota, se siente, y se agradece.



La tarde usó como reclamo inicial la puesta en escena de unos Hardline que salieron a dejar el listón más arriba del techado del recinto...¡Johnny Gioeli es increíble!. La banda, en la que pudimos ver a Alessandro del Vecchio como escudero perfecto, se centró en despiezar clásicos, en esencia, de su Double Eclipse, presentando un sonido exquisito, un derroche de energía contagiosa, y es que todos los miembros brillaron con luz propia, incluida una sensacional Anna Potaluppi que se dejó la piel en que el espectáculo no fuese solo cosa de Gioeli y Alessandro. Volver a disfrutar de "Taking Me Down", "Rythm From a Red Car" o "Hot Cherie" con esta banda, es un verdadero placer para los sentidos, dejando que el inicio del festival marcase una senda maravillosa para el resto de la tarde noche, y por ende, del resto de bandas. Por el contrario, nos encontramos inmediatamente, en el "escenario 2", a unos Jaded Heart descafeinados, con el sonido más deficiente del festival, y que, lamentablemente, no lograron conectar con un público que conocía sus canciones, disfrutaba con la banda, pero no como debía...todos sabíamos que algo ocurría encima del escenario, pues aún contando con Johnny Dee a la batería o el derroche de ganas de Michael Müller, el show se desplomó, y no levantó vuelo. La guitarra de Peter no sonaba nítida, y los solos iban y venían sin precisión, pobablemente instigados por una mala experiencia técnica, y la voz de Johan no llegó transmitir lo que requieren los temas. Si a ello le sumamos un set en que casi se olvidaron por completo de la etapa en la que Michael Bormann era el frontman, podemos decir muy apenados que Jaded Heart fueron los menos afortunados de la noche. Me encantan, les sigo, y es tan doloroso para mí escribir esto, como para los más fans leerlo. Pero dejando que la objetividad y yo vayamos de la mano, he de decir que esperaré a la próxima visita de la banda para poder vivir un concierto de los alemanes como es debido.



Mucho cambió el asunto con unos Treat que fueron una de la sorpresas más absolutas de la noche leonesa. Los suecos sonaron perfectos desde el primer segundo, desde que apareciesen en escena con "Skies of Mongolia" del grandioso Coup de Grace, disco, al que, por cierto, le hicieron mucho caso en el set...¡no es para menos!. Aún con elementos pre-grabados, los coros incisivos, precioso tono de guitarra de Anders Wikström y carácter ascendente del show, lograron un clímax increíble entre los asistentes, que estaban encantados con la estancia de semejantes músicos en el Lion Rock Fest. Me dejó atónito Robert Ernlund y su increíble estado de forma, físico y vocal, y es que temas clásicos como el "Ready for the Taking" del Organized Crime sonaron con tal convicción, que dudo que en su día sonasen mejor que en la actualidad. La banda descargó todo su potencial (que es mucho), y dio cancha a casi toda su discografía, haciendo mucho hincapié en sus últimos y magníficos álbumes, dejando una gran porción de tarta, como digo, a un Coup de Grace que poco rival tiene en la actualidad. El show, con corte de sonido incluido en "World of Promises", no decayó ni un segundo, y dejó un momento imborrable para todos los que apostaron por Treat. Otros que borramos de la lista de bandas por ver, y que volveríamos a disfrutar mañana mismo si volviesen a pasar por nuestro país...¡menudo concierto!.



Ante los canarios Hackers solo puedo hacer algo...quitarme el sombrero (que no llevo...), porque ante las adversidades, corte de sonido y problemas técnicos varios, sacaron adelante un concierto cargado de buenas melodías vocales por parte de Fran y César, mientras que, seguramente, cualquier otra banda se hubiese venido abajo y hubiese dejado que el algua corriese sin más...ellos no solo agradaron, sino que, de buena tinta sé, que ofrecieron un concierto de altura, ganaron adeptos e hicieron todo lo que se puede hacer en sus circunstancias, de la mejor manera. Siendo grandes profesionales y levantando su show, en el momento en que algunos hubiesen tirado la toalla. Era el momento de recargar motores (cenar) y me encantó lo que ví, aunque no pudiese disfrutar del show completo. No obstante, confirmo que la banda es una apuesta segura, y que no me los perderé en sala si tengo oportunidad (igual que a Be For You, de quienes pudimos disfrutar el día anterior en la fiesta previa del festival).



Tyketto y Danny Vaughn fueron, sin duda, los triunfadores indiscutibles de la noche, contando con una banda apabullante, un sonido perfecto, y un Danny estratosférico, simpático, carismático y tirando de veteranía en todo momento. Johnny Dee partió los parches, pero es que Harry Scott nos dejó toda una masterclass de clase, técnica y feeling a la guitarra, bordando cada nota de los clásicos de discos como el indispensable Don't Come Easy (que ocupó gran parte del set) o la propia "Strenght in Numbers"...se hizo corto, intenso y cada paso de Vaughn por el escenario conformó uno de los mejores conciertos de hard rock que he presenciado en los últimos años, sin exagerar. Quién solo conozca "Forever Young", la pudo disfrutar en su mejor versión, pero es que TODO el show fue una auténtica maravilla sonora y visual, y, habiendo visto a Danny en otros contextos musicales, me quedo, sin duda, con su versión junto a los actuales Tyketto. En Lion Rock Fest lograron ser pura magia, y levantaron pasiones, nostalgia y un espectáculo musical muy pro. A Pefect Plan asistimos, también agradando a propios y extraños, fans y no fans, y Kent Hilly demostró ser todo un mago del AOR de más calidad, aunque no es único protagonista en su reino, porque ojo con la majestuosidad de Rolf Nordström a la guitarra. Temas como "Bad City Woman", algún guiño a Survivor, o la más sensible "Fighting to Win", hicieron las delicias de los amantes del "rock orientado para adultos", ofreciendo un concierto que, con algún problema con la guitarra y que tampoco gozó del mejor sonido de la noche, supo contentar a la gran cantidad de gente que se quedó a ver su propuesta.



La estrafalaria pero atractiva parafernalia de The Night Flight Orchestra sería la encargada de poner punto y final al Lion Rock Fest, y lo haría con un concierto que estuvo a la altura de las expectativas, sin duda. Los colores, capas y buen rollo que transmitieron Björn Strid y sus chicos a través de temas como “Midnight Flyer", con la que abrieron, “Sometimes the World Ain’t Enough” y su contagioso desarrollo, o “Divinyls”, momento en que creo, los más desconocedores de la grandiosa banda, lograron conectar del todo con un concierto cargado de emoción, fueron ingredientes imprescindibles y rotundos de un sentimiento especial. Almas artísticas como las de Anna Brygård y Åsa Lundman se encargaron de que The Night Flight Orchestra generen un final tan especial como el que se vivió en León. Una banda llamada a ser uno de los grandes atractivos festivaleros en años próximos, ocupando lugares más alto en los carteles, algo que ya les está sucediendo, y a juzgar por lo vivido en el fantástico festival, no sin jutsificación.



Lion Rock Fest...diez en organización, diez en emplazamiento, diez en bandas...ya está el hotel reservado para el año que viene.


Cristina Morales

Crónicas

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