MEINSTEIN - SALA INDEPENDANCE CLUB (MADRID 7/10/23)
Por mucho que algunos que no saben de que va el mundo musical en España se empeñen, no podemos tratar que nuestras bandas, esas que tienen sus locales, instrumentos e infraestructuras dentro de nuestras fronteras, pretendan, ya no vivir de su banda, sino simplemente, mantenerlas a flote. Es muy difícil que el público escuche temas nuevos y propios, eso está claro...pero ¿qué tiene de ilicito hacer versiones?. Parece que es algo muy difícil para muchos entender que España no es Suecia...que aquí, el que tiene un instrumento, es más que probable, no pueda vivir de él, con lo que ¿vamos a entrar en el aburridor debate de bandas tributo si, bandas tributo no?. Que no...no se forran con esto, amigos. Solo diré que me parece absurdo ver a una de estas bandas interpretar temas de algunas formaciones fáciles de ver, cuyas giras pasan por nuestro país en varias ocasiones todos los años...no tan absurdo veo montarse un repertorio de canciones de otras que ya no están, e incluso algunas que si, como Rammstein, que por una cosa u otra no son tan accesibles, ni por sus visitas poco frecuentes, ni porque sean alcanzables para todo el mundo económicamente hablando. Hay varias "tribute bands" a lo largo y ancho del planeta interpretando temas de los alemanes, véase Völkerball, por ejemplo, que incluso se lanzaron a grabar material propio, y de muy buena calidad, por cierto. Por eso, no quería dejar pasar la oportunidad de ver como se las gastaba la versión tributo a los alemanes a la española, que bajo el nombre de Meinstein venían de visita a la sala Independance Club madrileña, ubicada en el centro de la ciudad, y que presentaba una entrada realmente abundante tratándose de un tributo bajo el apelativo "Rammstein experience". Unos zapatos muy grandes para cualquiera...¿harían justicia ante semejante frase de marketing?. Ahí estábamos para comprobarlo.
Con su logotipo en el fondo de escenario, varias plataformas, dos ventiladores industriales y muchas ganas salieron a por todas con "Tier" del Sehnsucht. Me encantaron las personalizaciones de cada uno de los miembros de la banda, empezando por la de Richard Kruspe, con los antebrazos en rojo como hizo el músico a partir de la gira de Reise, Reise, la de Flake con una indumentaria muy futurista como acostumbra el original, Oliver Riedel con un mono que le tapaba por completo...todo perfecto para meternos en su "experience". Todos rallaban un nivel alto, tanto en la caracterización, como en lo musical, pero lo de su vocalista Erik Segel es...clonar, literalmente, a Till Lindeman. Estoy seguro de que cuando Erik se enfunda su vestimenta, Till le posee, porque os digo que bordó cada gesto, cada mirada al vacío, atisbos de locura, movimientos...y lo más importante, voz, rayando la perfección en su interpretación. En el primer tema no se le escuchó demasiado, pero para "Links 2 3 4", en la que todo el mundo estaba ya botando, pudimos entrever que lo que en principio era ver a una simple banda tributo, efectivamente se convertiría en toda una experiencia, porque a partir de "Bestrafe Mich" todo fue muy extasiante. Un sonido apabullante, y lo más importante en un show de estas características...cerrar los ojos, y tener la sensación de estar viendo a los putos Rammstein a escasos metros, tal cual. Es tal la fidelidad en cuanto a arreglos, tanto instrumentales como vocales, que resulta difícil no meterte de lleno en el show y disfrutarlos como si Rammstein estuviesen tocando en una de nuestras salas madrileñas. Ufff...¡cómo retumbaban las paredes!. Esto promete una noche inolvidable.
Efectos pirotécnicos en "Zeig Dich" del disco homónomimo y la sala ya estaba en llamas, literalmente...porque además, el repertorio, con respeto de nuestros Rammstein, es muchísimo más potente que el que usan los originales en sus giras actuales, y aunque a nivel espectáculo cuentan con el mayor show del mundo en directo, he de decir que esto empezaba a sonar con más nitidez que en Wanda, además de ofrecer un listado de canciones abrasivo...el sueño húmedo de cualquier fan de Rammstein. Empezaron a desgranar canciones que no suelen sonar en todas las giras, o hace mucho que no se pueden disfrutar en directo, como "Keine Lust" del cuarto álbum de los alemanes. De verdad os digo que el muro de sonido que lograron Álvaro y David a las guitarras, acompañados por una base rítmica salvaje con José y Kino, fue infranqueable...hormigón armado, colegas. Un sonidazo como la ocasión lo requería...¡claro que sí!. No pararon de caer hits, uno tras otro..."Du Riechst So Gut" con todos acompañando a un Erik desbocado, que incluso sacó el arco de fuego a paseo, la genial "Zick Zack" de Zeit o un clasicazo que nos transportaba a los tiempos de Live Aus Berlin como es "Sehnsucht". Como digo, bajar los párpados y dejarte llevar...impresionante. "Mein Herz Brennt" sonó mucho más contundente que la versión que Rammstein nos dejaron a piano en la gira de Made in Germany, que volvieron a interpretar en su versión eléctrica en el Wanda este mismo verano. Y para mí, la sorpresa fue la incursión en el set de la sensacional "Zwitter" de Mutter, cuyo riff nos hizo hacer headbanging sin parar a la par que cantábamos su adictivo estribillo. Solo me faltó "Spieluhr" y "Asche zu Asche", dos de mis favoritas, para el éxtasis. Un mazazo de concierto que no había terminado ni mucho menos, y que llegaba a su meridiano con "Feuer Frei", momento en el que la banda aprovechó para dispararnos rafagazos de "gas" con sus apocalípticas máscaras. Todo al detalle...todo de calidad. Todo de la mejor de las maneras posibles de la mano de Meinstein.
"Ohne Dich" sirvió para que Erik dejase bien claro que su voz no goza de filtros, y que borda cada nota vocal de Lindemann, para seguir la fiesta con la dura y potente "Ich Tu Dir Weh" del Liebe Ist Für Alle Da, siendo, hasta el momento, la única que sonó esta noche de aquel maravilloso álbum, y en la que Erik nos sorprendió a todos con su boca luminosa, para volver a Sehnsucht de la mano de "Engel" y el himno de himnos, "Du Hast", montándose una auténtica fiesta en la sala, para volver al presente con dos nuevos himnos como "Radio" y "Deutschland", que en mi opinión, les quedó más poderosa y más fiel que la original en cuanto a fuerza, respecto a la última visita de Rammstein a Madrid (probablemente ya tenga un coche con dos matones en la puerta de casa por decir esto...pero lo que es, es), mientras que "Ich Will", con su estribillo creado para ser cantado a grito pelado por el público, y "Sonne", un himno generacional, marcasen un semi-final de show, ante el que la banda se retiraba, momento en el que no hubo un alma que no les pidiese su vuelta. Descansaron un par de minutos antes de volver al stage ataviados con extraños cascos repletos de cableado, y darnos un bofetón en la cara con un "Angst" que sonó infinitamente más fiel y dura de como sonó de la mano de los propios Rammstein en el Wanda, y a la que presté especial atención, porque fue de las más esperadas, y en julio me dejó frío...muy frió, mientras que esta noche fue el gran momentazo que un tema como este debe suponer...¡sí señor!. Dos temas mucho más festivos como "Ausländer" y "Te Quiero Puta" fueron el colofón a esta orgía de fuego, riffs y...Rammstein...puro Rammstein. Pues os garantizo que si hay una sensación que se acerca a la de ver a la banda de metal industrial más grande del mundo, es la que crean Meinstein. La mejor opción para disfrutar de un repertorio como este en directo, que cumplirá todos los deseos de cualquier die-hard fan...¡impresionantes!. Desde luego, yo no me los pierdo en próximas ocasiones, pues lo pasamos tan en grande, que la espera a la vuelta de estos chicos a Madrid se va a hacer larga...muy larga. Enhorabuena...los zapatos que os habéis metido en el pie parecen hechos a vuestra medida.
Crónica: José Rojo
Fotografías: Cristina Morales
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