Una de las bandas que tenía pendientes en mi agenda personal...una de esas que por un motivo u otro, siempre se ha quedado en el tintero, es Hardline, que se acercaban a Madrid para por fin, poder sacarme esa enorme espina. Johnny Gioeli siempre será un "primera línea" para mí, Double Eclipse uno de los mejores discos de hard rock de la historia, y ahora, con la formación actual (incluyendo a Del Vecchio), era la oportunidad perfecta, con garantías, de poder disfrutar de su espectáculo. La sala The Bassement Club se preparaba para una auténtica noche de hard rock, del de altura, y qué mejores escuderos que Xtasy para representar a nuestro país en el cartel. Junto a 91 Suite, una de las formaciones que más han dado que hablar en España en territorio hard, y que esta noche tenían la oportunidad de demostrar todo su potencial a un público, que, dado su bagaje y calidad, ya tenían prácticamente ganado de antemano.



La banda navarra generó expectación entre el poco público que había cuando abrieron las puertas, siempre con las cabezas visibles de Silvia y Jorge Olloqui, que tras la publicación de su último Eyes of the Storm han sufrido la difícil tarea de renovar por completo una banda que ya estaba asentada, y que funcionaba correctamente en directo. Johnny Kerchiefi es el nuevo bajista, de aspecto jovial y sleazy, mientras que de la guitarra rítmica se encarga Carles Salse y de la batería Abel Sequera, que también ejerce de teclista cuando la ocasión lo requiere, y que con una imagen más extrema, me pareció de suma importancia y peso en la imagen del line up actual. Empezaron con dos temas de su último disco, "Perfect Strangers", en el que el sonido de la sala no terminaba de convencer, con la batería demasiado presente, y alguna que otra estridencia, y la pegadiza "Nowhere to Run", que aunque sonó poderosa, daba la impresión de faltar elementos en el escenario, a pesar de estar todos presentes sobre el entablado...la guitarra de Jorge a veces se difuluía, y me faltaron más coros acompañando a Silvia en el estribillo. No obstante, la energía, grandes composiciones y saber estar de la formación, salvaron una entrada de show más que loable. En "Revolution", ya un clásico de la banda extraído de su primer álbum, ya se había estabilizado el sonido y pudimos disfrutar de unos músicos mucho más mimetizados con el escenario. La pegada de Abel fue de lo mejor de su show, y en temas como "Said and Done" de su Second Chance lo que más brilló fue la clase de Jorge, quien siempre tiene la templanza suficiente como para recrear cada detalle del maravilloso tema...toda una oda al hard melódico, en la que Silvia, a pesar de gozar de una potente voz, con una capa más apoyándola, ayudaría sobremanera a darle profundidad a la interpretación. Supongo que es cuestión de presupuestos y logística, pero ganarían muchos enteros. "Flesh & Blood" fue el punto en el que creo que se estabilizó en los mismos niveles todo lo cuestionado en cuanto a sonido, y pudimos disfrutar de la banda en todo su esplendor, que a servidor además, fue una de las que más le gustó en cuanto a ejecución.



"Silent Heroes" continuó con la presentación de su último trabajo, y en este punto creo que Silvia necesitaba un respiro dada la exigencia de la traca inicial, momento en el que Abel, teclado "en mano", nos sorprendió con la magnífica interpretación de su tema "Crashing Down", en un formato sosegado que creo le dio al concierto el empujón que necesitaba para que pudiésemos apreciar de verdad el valor de Xtasy, volviendo a su forma habitual con "The Clock", y deleitarnos el propio Abel con un dinámico solo de batería. Gran acierto su incursión en el line up, que le hace subir de nivel, tanto visual como musical. Me recordó en cuanto a su puesta en escena y actitud al gran Johnny Dee, batería de Doro, y un espectáculo en directo. Volvimos a sentir como se hacía un poco cuesta arriba la bola del sonido de la sala, y "Welcome to my World" contó con cierto sonido agudo casi molesto desde algunas zonas del habitáculo, especialmente en cuanto a la voz, entrando en un tramo final compuesto por la conocida "Play With Fire", que el público disfrutó y cantó, viendo cierto movimiento en la sala, mientras que en el caso "A Luchar" incluido en su último EP, hace llegar mucho más su mensaje en el idioma castellano. No faltaron la hímnica "Into the Fire", tema que abría su penúltimo disco, y uno de los más sonados de su carrera, "Eye of the Storm" de su último lp, y la que abre el mismo "Die Young", dejando el recuerdo de un show con más luces que sombras y algunos altibajos técnicos puntuales, así como la sensación de quedar algunos aspectos a medio gas que pueden llevar a la banda a un siguiente nivel en un futuro no muy lejano si son subsanados. Al tiempo.



Llegó el turno, tras el pertinente tiempo de espera y con una sala con una entrada decente pero sin llegar a tapar huecos, de Hardline, o lo que es lo mismo, la Johnny Gioeli Band, a lo cual no le veo inconveniente si este viene acompañado de un pedazo de banda del quince compuesta por Andrea Seveso a la guitarra (en sustitución de Mario Percudani, que dejó la banda meses atrás), Marco Di Salvio a la batería, Alex Jansen al bajo (ocupando el puesto de Anna Portalupi, quien no pudo estar en el concierto) y el pequeño pero enorme Alessandro del Vecchio en los teclados. Una formación de auténtico lujo que salió a por todas, convencidos del potencial de sus últimos himnos, y con un espídico Gioeli que hizo de "Fuel to the Fire" un banderazo de salida muy acertado, a pesar de que el sonido todavía tenía alguna saturación, sin llegar a la excelencia que los músicos sí que estaban alcanzando. No obstante, la energía que se emanaba desde el escenario se contagió a todos los asistentes enseguida. Tras la buena acogida de "Surrender""Everything" era la primera maravilla sónica, perteneciente como no, a una de las mejores lecciones del género de la historia como es Double Eclipse. En este punto se pudo observar un respeto, fidelidad y ganas de hacer que los temas sonasen lo más parecidos a los originales, a pesar de solo estar presente Gioeli en la banda, de la totalidad de los músicos que grabaron el álbum. Tremendo Andrea bordando cada nota de guitarra, y Del Vecchio haciendo unos coros de nivel...hablar del huracán Gioeli es absurdo...¿quién da más que este hombre en directo?. El estribillo, que siempre me pareció muy Coverdale, lo coreó hasta el último "mono" de la sala. Pero "Takin' Me Down", conteniendo uno de los mejores riffs del del álbum, hizo temblar los cimientos de la dudosa sala, que vio como Hardline partían la pana y se comían el poco escenario del que dispone el emplazamiento, pero si hablamos de riffs, el de "Dr.Love" se lleva la palma, y no solo es uno de los más grandes de Double Eclipse, sino del hard rock. Fuerza, comunicación con el público, y una banda que estaba bordando cada nota. Todavía puedo escuchar a Johnny cantar la letra como si hubiese grabado el tema ayer. Vello de punta...



Uno de los puntos de inflexión del show fue un medley que sirvió para el lucimiento vocal y técnico de Gioeli y Alessandro con "Who Wants to Live Forever" (¿digo de quién?), enlazando con tres temas lentos como "In This Moment", "Take You Home", "Page of Your Life", y ya con un formato completo de banda, "In the Hands of Time", que sonó maravillosa, con introducción de Gioeli incluida. Pero fue empezar "Life's a Bitch" y el personal enloqueció de nuevo, restregándonos una vez más que tienen en su haber un disco perfecto en su discografía, para dar paso a Danger Zone y su "Fever Dreams"...un temazo que conocía no demasiada gente entre el público, y que sirvió de puente para llegar a un final de show apoteósico marcado, como no, por la bestial "Rhythm From a Red Car", con el correspondiente "subidón" en la breve pausa que hay en el tema, y su consiguiente salto general al romper de nuevo el estribillo...¡brutal!. Como no podía ser de otra manera, el set presentaba la exitosa y monumental revisión de Hardline del clásico de Danny Spanos de "Hot Cherie", en la que no quedaba ni un alma sin cantar el estribillo a grito pelado al ritmo que la banda marcaba el final de una grandísima actuación.



Actitud, ganas, y sabiendo lo que quiere su público, la corta estancia de Hardline en el escenario contentó a todos los presentes, máxime cuando siete de los once temas que pudimos escuchar, pertenecen a Double Eclipse. Así cualquiera saca un concierto adelante con aplausos...¡abusones!.



Grandes Hardline.



José Rojo

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