FIREWIND + ARENIA - SALA ROCKVILLE (MADRID 6/3/2022)
Tras el festín y despegue que supuso el concierto de Serious Black del viernes, en pleno vuelo y sin retorno aterrizábamos en la sala Rockville madrileña, ya con los motores calientes, dos días despué, para disfrutar del Still & Raging 20th Anniversary Tour, el tour celebración de las dos décadas de los griegos Firewind, una banda que se fue abriendo paso a base de mucho trabajo a lo largo de los años, por el aporte, especialmente, de Gus G., considerado uno de los grandes guitarristas de nuestra era, que ha abierto sus miras después de su paso por la banda de Ozzy Osbourne, editando además grandes trabajos en solitario que le han mantenido en el candelero todo este tiempo. Aunque todo sea dicho, sin dejar nunca de lado la banda que le ha visto crecer y con la ha tenido mayor alcance, editando enormes discos en los últimos tiempos como The Premonition, Allegiance, o más recientemente Inmortals o su álbum homónimo. Siempre calidad, de la que haría gala esta noche ante el público de la capital, esta vez si, llenando bastantes huecos de la sala, con una buena entrada y dejando la sensación de que había muchas ganas de Firewind por nuestra tierra.
Pero antes del manjar, qué mejor aperitivo que el que nos ofrecieron los asturianos Arenia, banda que convenció desde sus inicios, pero que no había tenido el placer de poder ver en directo, y que en esta ocasión venían a presentar un álbum que en su día elogiamos en Metalzone, como es La Voluntad de las Estrellas. Y como no, la formación aprovechó su momento de gloria para mostrarnos como se las gastan Eduardo Dizy y Fran J. Santos con un discazo como el suyo bajo el brazo, abriendo el show con "Alcanzar el Sol" y pegando fuerte el puñetazo sobre la mesa desde el inicio. Sonido compacto y una banda entregadísima, que se veía acompañada por Javi González de Monasthyr al bajo, y con el que salieron airosos, aún sin ser integrante de la banda. Pero incluso con adversidades para la gira, Arenia siguieron derrochando calidad, ganas y tablas en temas como "Retando a la Eternidad" o "El Último Aliento", que en mi opinión, supuso el pico del concierto, conformado por un dueto de Dani G. de Last Days of Eden junto a Fran. Esos aires a los clásicos Sphinx en el estribillo, son oro puro. Power de calidad "made in Asturias", que estaba convenciendo a todos...e incluso a los más escépticos, o los que solo habían venido a ver a Firewind y decidieron entrar antes del esperado momento a la sala.
Fueron sucediendo los temas, y Rockville iba cogiendo color y un ambiente del que nos gusta disfrutar, repleto de caras de felicidad, buen rollo y buena música, sin quedarse nadie indiferente conforme sonaban balas como "El Atardecer de los Sueños" del disco de mismo nombre, volviendo a su último álbum con "La Piel del Enemigo", "Volver a Empezar" y "Conjuro Infernal", dando un carácter de continuidad al show, al ser tres canciones contiguas en el álbum, y que sonaron espectaculares la noche de domingo, rematando el trabajo en vivo, acompañados por Dani G. en "Ganar o Perder" de su anterior álbum, y la final "Sigue la Leyenda", poniendo de manifiesto que son presente y futuro de nuestro metal, no solo en estudio, sino que también defienden de modo sobresaliente los temas en directo. Muy bien, Arenia. Seguiremos vuestra pista.
Los del norte de España encendieron los fogones al máximo, pero lo de Firewind era muy esperado por muchos. Gira propia, un discazo self-titled para presentar, editado durante la pandemia, y una banda que empezó sonando a auténtica gloria desde la inicial "Welcome to the Empire", tema de apertura de su último trabajo. De la calidad de Gus se ha dicho de todo, con lo que tenía la curiosidad de saber como se las apañaría el gran Herbie Langhans para defender los hits de la banda, cantados anteriormente por varios vocalistas, entre los que destacaban Apollo o Henning Basse. Pero el alemán demostró (una vez más) que es uno de los grandes vocalistas de la actualidad, y nos dejó a todos atónitos con su chorro único, poderoso, imponente...¿os cabía duda con su currículum previo?. Me encantó la fusión de etapas que hicieron en el set, gozando de un gran sonido, y con gran entrega, para hacernos flotar con temas de cada uno de sus discos, tales como "I am The Anger" de su Burning Heart, o la primera representación de su excelso The Premonition con la enérgica "Head Up High" y ese punteo contagioso que acompaña a todo el tema...¡qué derroche de energía, calidad y técnica!. Gus ha conectado con el público y no para de alucinar a todo el mundo con su limpieza y destreza, pero ojo con Petros Christo y Johan Nunez porque no dejan que ningún compás suene fuera de lugar. Perfección es la palabra, para continuar avivando más el fuego con dos temazos de su nuevo disco como "Devour" y "Orbitual Sunrise", dejando bien patente el enorme potencial de sus nuevas composiciones, que para nada adolecen en el set frente a clásicos de la historia de Firewind ya establecidos como "World on Fire" de su fantástico Days of Defiance o "Between Heaven & Hell" de su debut, llevándose gran parte del protagonismo de la noche un Herbie estratosférico, defendiendo cada tema a la suma perfección, y haciendo suyas composiciones que grabaron sensacionalmente otros titanes de la voz en el pasado. También Johan Nunez tuvo su momento de lucimiento a través de un dinámico solo de batería, que sirvió de paréntesis al resto de músicos, quienes habían elevado el nivel de la noche hasta el cielo.
Una banda de primera demostraba conformar el line up que hay al lado de Gus G., disfrutando de un público que estaba en llamas desde el minuto uno. Los inicios volvieron al presente con "The Fire and The Fury", que, a pesar de gozar de adornos en la guitarra de Gus, el tema brilló por si mismo, volviendo a su presente más inmediato con la genial "Overdrive", dejando que fuese "Lady of 1000 Sorrows" la que marcase el momento más relajado de la noche, y representando al espectacular Inmortals de hace ya 5 años. Solos por doquier, una banda sin perder fuelle y un sonidazo seguían acompañando a una sala que disfrutaba sobremanera de auténticos himnos de todas sus eras, que como digo, es uno de los puntos que más me gustó del show, pues aquí llegó un tramo en el que se compactaron "Mercenary Man" de The Premonition, "Destination Forever" de su debut y "Break Away" de su nuevo disco, para desencadenar una explosión de felicidad colectiva que fue el excepcional cover de "Maniac",tema de Michael Sembello, famoo por ser la banda sonora de la conocida película Flashdance, conduciendo el show hacia un final confeccionado por cuatro bises como su clásico "Rising Fire", volviendo a mezclar etapas con "Ode to Leonidas" de Inmortals, la única representación de Few Against Many con su tema homónimo, finalizando la fiesta con "Falling Into Pieces" de su Allegiance, disco con el que en mi opinión empezaron su ascenso de popularidad, seguido del sensacional The Premonition, hasta nuestros días, demostrando así que tienen repertorio para dos horas sin que en ningún momento baje la calidad, la intensidad, ni la diversión.
Una celebración por todo lo alto, arropada por un show perfecto, una banda en plena forma y un público hambriento de unos Firewind que supieron despachar lo que su público les requería. Para no perdérselo.
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