PAUL GILBERT - WEREWOLVES OF PORTLAND

Artista: Paul Gilbert
Álbum: Werewolves of Portland
Sello: Mascot Label Group

Hace muy poco hablábamos con Paul Gilbert (entrevista que podréis ver en Metalzone a lo largo de este mismo mes) sobre su nuevo disco de estudio Werewolves of Portland, y se le veía tan emocionado y contento con sus nuevas composiciones, que podría decirse que resultó una conversación de lo más contagiosa musicalmente hablando. Por ello he querido afrontar la review del álbum con perspectiva, siendo objetivo, y contando con que quien escribe posee un 90% de la discografía del prodigio (lo que no está en la colección, es porque es tremendamente complicado de adquirir)...pero si echo la vista atrás y recuerdo lo que pude disfrutar de Superheroes de Racer X, Learn Into It de Mr.Big o Silence Followed By a Deafening Roar, me queda claro que me encantan todas sus etapas, con lo que su nuevo álbum en solitario, apuntaba alto y me encandilaría, partiendo de la idea de que ha sido compuesto y ejecutado por él mismo en su totalidad, incluyendo el resto de instrumentos, por supuesto. Un aliciente para volver a saborear lo que nos ofrece ahora el genio loco.

El himno de Dakota del Norte ("Hello Nort Dakota!") suena para comenzar la oda al buen rollo, y un slide comienza a hablarnos. Una de las premisas para entender este disco...y es que las melodías vocales trasladadas a la guitarra son una de las características del lp. Empieza el show Gilbert, y vuelve a sorprender (como hace a cada segundo que toca) como en Werewolves in Portland hay de todo, para todos, con el sello del guitarrista, sin sobrar un solo segundo de musicalidad. Y lo más curioso es que todo lo que suena, parece a priori, asequible y asimilable. Paul ejecuta cada solo, punteo y giro con tal naturalidad, que pareciese que podría hacerlo cualquiera. Pero son genialidades de tal tamaño, que solo las puede crear y ejecutar él con la limpieza que lo hace. Buen comienzo para un canto de cuerdas a la felicidad...porque es lo que transmite a cada tramo de la escucha. Blues, distorsión sin efectos delay, ni capas para disimular errores, y una clase absoluta (como en el álbum con Jimmy Kidd...otra pedazo de obra), nos topamos con un duelo guitarrístico en el que parece haber una conversación, plagado de bonitas escalas y ese sonido tan Paul de siempre. La propia "Werewolves of Portland" nos llevará a los mejores tiempos de Gilbert en Racer X o Mr. Big, reconocible al 100% en una impresionante composición en la que nos vienen a la mente otros nombres como el de Extreme, aunque el sello sea inconfundible. Probablemente, un futuro clásico en solitario, como lo fue en su día Technical Difficulties de Racer X.

Ni un segundo de pesimismo...ni rastro de lo que todos entendemos por "tiempos de pandemia". La medicina de Paul ante semejante contra mundial son temas como "Professorship at The Leningrad Conservatory" en el que el slide, técnicas, feeling, ecos y locuras varias, hacen su aparición al completo. Se pone meloso y tierno con "Meaningful", dejando escalas imposibles a un lado, para centrarnos en los sentimientos, aunque poco dura el sosiego cuando entra un "I Wanna Cry (Even Though I Ain't Said)", en el que el genio se mueve en arenas blueseras como pez en el agua. Puedo imaginar a Paul disfrutando a tope ejecutando "A Thunderous Ovation Shook The Columns", como ya hizo en el video instruccional de su álbum de 2008 (ya nombrado arriba), en el que parecía divertirse a cada nota, sin dejar títere con cabeza en cuanto a técnica.

Si has llegado hasta aquí (seguro que sí), "Problem-Solving People" contiene uno de los riffs más duros del álbum, más Racer X, aunque el serpenteo entre el blues y las formas típicas de su personal estilo, hacen que sepamos que estamos ante el Gilbert solista, y no al de banda, dejándonos a todos satisfechos con "[You Would Not Be Able to Handle] What I Handle Everyday", otra salvajada a ritmo blues, arropado de efectos wah-wah y millones de notas, cada una colocada estratégicamente en las escalas para nuestro divertimento...y después de haber hablado con él sobre el álbum y conocer su entusiasmo, también para el suyo, no me cabe la menor duda.

Tan único como revolucionario, Paul Gilbert ha logrado seguir entreteniéndonos con un álbum plagado de agradables momentos, grandiosas composiciones y un alma inigualable. Pues Werewolves of Portland es para escuchar una y otra vez...algo que descolocará a los detractores de los discos solistas. Pero es que el americano es mucho más que un músico publicando su disco para asombrar, amigos. Esto es otra cosa. Aquí hay pasión y amor por lo que se hace, tantos años después, y eso, hace que cada disco que este señor decide grabar, resulta ser una aventura para los sentidos.

José Rojo

Agregado: August 4th 2021
Moderador: joserojo
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