DEEP PURPLE - WHOOSH!

Artista: Deep Purple
Álbum: Whoosh!
Sello: earMUSIC

No me digáis el por qué, ni la razón, pero siempre que escucho hablar de Deep Purple, y más concretamente de Ian Gillan, hay alguna connotación no del todo favorable, casi siempre sin pararse a pensar, ni analizar, que la banda sigue siendo una de las que, encasilladas en ese marco más netamente clásico, está envejeciendo mejor, tanto en su faceta de directo, como en estudio. Porque, ¿quién me puede decir que Infinite o Now What?! son discos desechables?. Sigo recuperando ambos cada cierto tiempo, como también lo hago con otros momentos de su carrera, ya sea The Battle Rages On, aún con Blackmore en sus filas, o Purpendicular, ya con Steve Morse. Quiero decir con esto, que no necesito "vendehumos" sin argumentos que me digan que desde Perfect Strangers no han editado nada relevante. Es más...si afirmas eso en mi presencia, probablemente suelte una carcajada, que se traducirá en mi mente en algo así como "No has escuchado el resto de sus álbumes, porque eres un carcamal anclado en el pasado, ¿verdad?". Pero probablemente, como me considero un ser respetuoso, me callaré y guardaré mi opinión para mi yo, aunque seguramente, argumente el por qué Purple jamás han perdido mi respeto y admiración, ni a través de su directo, ni mucho menos en sus grabaciones.

Por todas mis razones personales, Whoosh!, me parece uno de los lanzamientos más importantes y emocionantes de 2020...¿qué queréis que os diga?. Las emociones mandan. Y es que veo Deep Purple y Bob Ezrin en el mismo elenco...demasiados nombres brillantes, como para dar a luz una mediocridad. Por supuesto, no me equivoqué. En especial, cuando observas la gran intención de la banda de agradar con la gran portada, y recuperar ese toque añejo en el logo, aunque lo que realmente llene de enorme gozo, sea darle al play, y encontrarte con una producción cuidada al extremo, y una banda enérgica, emanando ganas y entusiasmo por los cuatro costados, y plagando su nuevo lanzamiento de momentos increíblemente buenos, lo que me hace pensar que no solo quieren agradarnos a nosotros, los seguidores, sino que todavía, tantos años después como maquinaria, quieren gozar juntos. Creo, y no me equivoco si afirmo, que detrás del grandioso sonido que envuelve al álbum, estamos ante uno de los discos más variados de Deep Purple, y también, uno de los que mejor ambiente de trabajo ha disfrutado durante su creación, y eso, se nota a la legua. Pues oye...escuchas "Throw My Bones", y sabiendo que no encontrarás un nuevo "Highway Star", el tema suena tan compacto, rockero y sencillo, a la par que desenfadado, que casi ni te das cuenta de que estás ante uno de los mejores estribillos de Purple en años. Tanto, que cuesta quitárselo de la cabeza a partir de la segunda escucha. Incluso el solo de Morse me ha parecido grandioso, porque del resto de la banda, mejor no hablar, ya que suenan tan enormemente bien, que nadie podrá cuestionar su trabajo. Por supuesto, defiendo los tonos de Gillan a rabiar, pues me parece una de las voces más elegantes y mejor llevadas del panorama rock.

Superada esa emoción buscada del primer tema, "Drop The Weapon" comienza orgánica, con un riff sencillo de Morse, que encuentra acompañamiento de un Don Airey realmente pletórico, para ofrecernos una pieza musical que en directo hará vibrar, muy Purple, con identidad propia y un Gillan crecido, cargado de clase y muy bien acompañado en los coros. Más purpleiana es si cabe "We're All the Same in the Dark", que suena tan clásica como fresca, destacando una vez más un increíble tratado de los coros, y una dinámica abrumadora en la base rítmica y teclados...toda una constante durante los 14 cortes de Whoosh!, y aunque incluso podamos sentirnos fuera de lugar la primera vez que escuchamos una pequeña rareza como "Nothing at All", con esos rápidos punteos y líneas de teclado iniciales, terminaremos adorando cada pieza del compendio de joyas, ya que el tema termina cautivando, y nos deja otra gema más, que además, no resulta previsible.

Cualquiera podría pensar que la emoción inicial me ha llevado a escribir líneas favorecedoras, pero argumentos como "No Need to Shout", son suficientes para ganarme como firme seguidor del legado Purple...¿o algún true fan puede decirme que el tema no podría pertenecer a tiempos pasados?. Incluso el halo de oscuridad de apertura de "Step by Step", con ese olor pop, son realmente atrayentes en la nueva obra de lo que muchos llaman la Ian Gillan Band, aunque esto se asemeje más a banda real que a otra cosa. El rock desenfadado de "What the What", deja descansar el Hammond, para hacernos pasar un buen rato, sin más, regalando el trabajo joyas más adelante como "The Long Way Around", que bien podría ser uno de los guiños más descarados al pasado glorioso por su sencillez, su acompañamiento de teclado, y una guitarra más orgánica que la de otros cortes, mientras que "The Power of the Moon" se presenta misteriosa, tenebrosa...bella como sí sola, y de gran factura. Probablemente, uno de los momentos más interesantes del álbum. Palabras mayores el solo de Morse, cargado de un feeling de otro planeta.

Digamos, que la faceta más oscurecida del álbum se encuentra en un inconmensurable "Remission Possible", que Lord escuchará desde el otro lado orgulloso, pues el trabajo de Don Airey en la canción es supremo, casi de antología, para regalarnos un interludio realmente sensacional, que nos abre camino para la recta final, conformada por la larga y casi progresiva "Man Alive", regresando a su pasado en "And the Adress", que vuelve a ser otro simpático guiño a aquellos años en los que Purple era la banda más grande del planeta, a través de sensacionales riffs, una base rítmica totalmente dinámica y esas "improvisaciones" características de una jam session. "Dancing in the Sleep" cumple la función de mostrarnos a los Purple más ligados a los años 90, ya con Morse en filas, que han llegado hasta la actualidad manteniendo el nombre de la banda en la cúspide, pique a quien pique.

Deep Purple no solo cumplen...ni tan siquiera me atrevo a decir que han creado un lp agradable sin más. Pues casi afirmo que estamos ante un auténtico regalo para todos los seguidores del rock y sus subgéneros, que encontrarán en Whoosh! uno de los testimonios actuales más firmes de que los ingleses son, han sido y serán, una de las bandas más grandes de todos los tiempos. Y es que menudo discazo se han marcadado, vaya. Me voy a escucharlo otra vez...

José Rojo

Agregado: September 16th 2020
Moderador: joserojo
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