MEDINA AZAHARA - TRECE ROSAS

Artista: Medina Azahara
Álbum: Trece Rosas
Sello: Senador Música

Pensar que a estas alturas, Medina Azahara, la banda clásica más en forma de nuestro panorama, nos va a dar un disgusto discográfico, es cuanto menos de locos, máxime cuando sus dos últimos trabajos eran sobresalientes, es decir, los dos que han editado tras La Memoria Perdida (que en principio era el disco de La Luz), que supuso un punto y aparte en la carrera de la formación cordobesa, pues ficharon con Senador Música, cambiaron el logotipo, y parece ser que se han revitalizado hasta tal punto de estar viviendo una segunda etapa dorada. Aunque analizando disco a disco su historia, desde que comenzasen su andadura, bien es cierto que no han defraudado NUNCA, pues no encuentro un sólo disco de Medina que no tenga algo especial. Es uno de los grupos que mejor tienen marcado lo que quieren hacer sentir a sus fans, y lo consiguen siempre, sin excepción. Y lo afirmo porque he escuchado todas y cada una de sus canciones hasta la saciedad, con lo que la afirmación no es un supuesto, sino más bien una opinión fundamentada y sostenida sobre la experiencia de horas y horas de disfrute de su obra.

Trece Rosas no sólo sigue la senda marcada por Paraíso Prohibido o Las Puertas del Cielo, sino que es el que mejor producción tiene de ellos y probablemente, el más redondo, algo difícil de conseguir ante dos "rivales" como los álbumes que acabo de nombrar. Y tras esa preciosa portada poco fallo podía haber dicho lo dicho. "Trece Rosas", tras su emotivo inicio con sonidos del NODO, empieza fuerte. Manuel Martínez mantiene su voz intacta, la cadencia de la canción es 100% Medina, y la guitarra de Paco Ventura sigue sonando tan personal y clásica como siempre, siendo, como ya sabéis, uno de mis músicos favoritos de todos los tiempos en nuestro país (ni me voy a molestar en esconderlo). Los teclados de Ibañez dibujan una melodía pegadiza, y el puente, más neoclásico, es todo un hilo conductor de oro para la sentida letra. Perfecto pistoletazo que, acompañado de una producción sensancional y una masterización bestial por parte de Dave Donelly, nos pone en pié y nos muestra a los mejores Medina Azahara. Cortes como "Libres Sin Nada" suben las revoluciones y nuestras pulsaciones, trayéndonos de vuelta a los Medina de Tierra de Libertad, pero más transparentes en sonido que en aquel lejano álbum. Majestuoso estribillo, donde cada nota, cada palabra, emana sentimiento en un tema cargado de Purple en los telcados de Ibañez, quien se ha marcado uno de sus trabajos más variados y profesionales (si cabe). "La Lucha" sin embargo, me ha evocado enseguida al trabajo de Black Moon, uno de los mejores grabados en España en los últimos años, y el cual no me cansaré de defender. Impresionante letra esperanzadora y siempre a favor de la paz, como siempre han creado Medina, y como debe de ser en cualquiera de sus discos.

Llegados a este punto, ya podemos asegurar que el oyente está enganchado e impregnado de una musicalidad inmensa, y apetece seguir derrochando ganas con "No Mires Atrás", de melodía inicial más arabesca, para dejarnos un corte que huele a Al-Ándalus, basando su potencial en uno de los mejores estribillos de Trece Rosas. Por su parte, no podía faltar un tema más para añadir a sus Baladas, esta vez bajo el nombre de "Tú", una preciosa oda al amor, cuyo trabajo de teclado es soberbio, y que podría ser uno de los mejores temas lentos de los andaluces en los últimos años. "Dónde Sopla el Viento" sabe a Whitesnake en sus primeras notas, pero nos deja un corte de puro hard rock al más puro estilo Dónde Está la Luz, que seguida de "Sólo Son Cobardes", conforman un tramo de 200% Medina digno de elogio, esta última mucho más sencilla a nivel musical, pero igualmente sobrecogedora en su lírica, pues como digo Manuel Martínez, lejos de perder chorro de voz, parece hacerse algún tratamiento mágico de cuerdas que le mantiene en un nivel muy alto. Curiosamente, "A Medina Azahara", que de primeras pensé que sería uno de los temas más melancólicos del disco, es uno de los más innovadores, con un riff inicial muy duro que se repite en varios tramos de la composición, en una de las canciones que más ganan con las escuchas. Extraordinario el estribillo, una vez más.

Ya sobrepasada la mitad de la escucha, "Ana y Raquel" nos recuerda que el amor en todas sus formas no pueden faltar en uno de sus discos, con unos coros creados para poner la piel de gallina, continuando con "Mi Pequeño Corazón", ya conocida por todos al ser uno de los dos adelantos del disco, en el que el Manuel más sentimental vuelve a dejarse el alma en interpretar, para hacer sentir. Y si queréis un tema que recuerde a los Medina Azahara más clásicos, a los de Sin Tiempo, e incluso a los de Caravana Española, "Dame Tu Aire" es un nuevo himno, cuyo teclado inicial es toda una declaración de intenciones, creando un pequeño flashback en quien escucha, terminando la montaña rusa de sensaciones con la veloz "Nunca Me Rendiré", en la que destacan unas preciosas líneas de guitarra de Ventura, y para terminar de coronarse, "Brindemos Esta Noche", que nos deja en el punto de partida, con un tono melancólico, cargado de emociones y ganas de hacernos pasar un rato musical en el que los sentimientos estén continuamente a flor de piel.

Lo han vuelto a hacer. Han vuelto a crear uno de los mejores discos nacionales del año, y eso, más de 40 años después de su formación. Un álbum que debe y tiene que estar en el corazón de todos sus fans y rockeros españoles...gracias y enhorabuena, Medina Azahara.

José Rojo

Agregado: November 15th 2018
Moderador: joserojo
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