GIZËH - GIZËH

Artista:Gizëh
Álbum:Gizëh
Sello:Autoeditado

Podría hablar de Sphinx como una de mis bandas favoritas en castellano, y lo haré así, a cascoporro y sin cortarme porque yo lo valgo, y porque creo que las mejores críticas son las sinceras. Me entristeció su separación y creo que dejaron un hueco que hoy, Manuel Rodríguez, vocalista y alma de la formación gaditana, ha logrado llenar con unos Gizëh que podrían llamarse Sphinx sin ningún problema, sin desentonar con respecto a su pasado y dejando el nombre de la banda en lo alto. Pero Manuel no ha querido aprovecharse del tirón del nombre (algo sumamente honesto, que le honra y demuestra de la pasta de la que está hecho) y ha decidido ofrecernos lo que para servidor es el álbum que debería haber seguido a Paraíso en la Eternidad, mi álbum favorito de su ex-banda, pues Renacer quedó muy lejos de la calidad de este, y Chronos distaba de los Sphinx que se rescatan en el debut de Gizëh, épicos, “maidenescos”, de grandes estribillos y todo ello aderezado con una voz que sigue intacta con los años, tan personal como siempre y dejando patente que sigue siendo única en su especie. Asocio la voz de Manuel a la imagen de una esfinge, una pirámide o un gato arrugado, que le vamos a hacer…

Quizás ese heavy/power metal con reminiscencias a los inicios se vea impulsado por el apoyo del escudero de Manuel, Álex Sánchez, quien militó en Sphinx y que no se ha separado de su amigo para este notable y sentido debut. Pues lo de sentido no lo digo a modo copy/paste de otras críticas, sino que temas como Nuevo Amanecer o Amor Imposible no pueden ser compuestos sin un cariño especial hacia lo que haces. Los estribillos del disco nos llevan al pasado, y la producción brilla por encima de la media. Hay reminiscencias a Iron Maiden como las hubo tiempo atrás en obras como Mar de Dioses, pero también a bandas top como Stratovarius o Helloween, aunque suene típica la comparación. El tratado de guitarras es sensacional y esto suena a lo que, como digo, deberían haber sonado Sphinx en su cuarto álbum. Lástima que adquiriesen la fama de ”banda maldita”, creando ese ”amor imposible” del que creo nos habla Manuel en el disco.

En líneas generales, no hay un descanso en el camino,y todo lo que encontramos en el disco es aprovechable y muy disfrutable. Volver tiene un feeling especial, con un mensaje de esperanza que es realmente contagioso, dando a entender que hay un gran factor autobiográfico en el álbum, leyendo siempre entre líneas. Especialmente, me llegan mucho más al alma aquellos cortes en los que la mística y el olor a Egipto asoman, como Plaga Infernal, uno de los primeros temas que compuso Manuel para Sphinx (¿por qué nunca vio la luz este gran tema?) o Cleopatra, en las que se respira una soltura compositiva fuera de toda duda, y que pondrán a Gizëh donde deberían haber estado Sphinx actualmente.

Quizás haya momentos sensiblemente más repetitivos, como suele ocurrir cuando te dejas llevar por un género que te apasiona. Todo lo has oído en alguna parte, porque no se trata de inventar absolutamente nada, aunque con la ventaja de que Gizëh juegan con una personalidad arrolladora que les otorga un sello único que se deja ver en cortes diferentes como Momentos de Lucidez, donde nos alejamos de la rapidez para deleitarnos con una voz versátil, cambiante y giros inesperados.

Gracias por devolvernos ese sentimiento único, Manuel. Has creado un disco que desde ya recomendamos desde Metalzone, y que desde hace unos meses se hace hueco entre lo mejor del año a nivel nacional. Enhorabuena. Crítica: José Rojo.

Agregado: July 27th 2017
Moderador: joserojo
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