AVENGED SEVENFOLD - THE STAGE

Álbum:The Stage
Sello:Capitol
Fecha lanzamiento:2016

Tras darle muchas vueltas al nuevo trabajo de Avenged Sevenfold, las conclusiones que saco son clarísimas al respecto, y me gustaía empezar la casa por el tejado, es decir, exponiendo la conclusión del álbum al inicio de mi crítica, que probablemente a algunos no le sea de mucha utilidad por esa mentalidad "hater" que inunda las redes. The Stage, el séptimo hijo de Shadows y compañía, representa un retorno. Pero no una vuelta a sus orígenes, ni tan siquiera al sonido de otras obras, de las que por cierto, alguna reminiscencia hay...sino una vuelta a la personalidad. Algo que parece faltó en su anterior Hail To The King de 2013, un álbum entretenido, de gran capacidad riffera, pero que pecó de acercarse demasiado al sonido de otras formaciones de renombre, y yo me pregunto, ¿con el carisma, calidad y personalidad de Avenged Sevenfold, era necesario?. The Stage es la respuesta a esa pregunta. Una nueva vuelta de tuerca al sonido, sin perder el norte como formación de metal, fuerza, ni ese "algo" que les ha catapultado hacia donde están. Un lugar privilegiado cuya cima, en mi opinión es Nightmare (su obra maestra se mire por donde se mire), y por supuesto, aquí no la han logrado sobrepasar, pero si que han creado un producto muy digno, retorciendo las bases más clásicas que se mostraban en City Of Evil, y cogiendo unas cucharadas de ese enfoque más oscuro de su obra culmen.

Y he oído comentarios sobre un viraje hacia lo progresivo, lo cual no tiene falta de fundamento en gran parte, aunque no termino yo de encasillar el nuevo sonido de la formación en el mismo género en el que incluímos a Dream Theater, Transatlantic, King's X o Symphony X...para nada!. Quizás la incursión del batería Brooks Wackerman, quien ha tocado con bandas como Bad Religion, tenga que ver con ese sonido más enrevesado que otros discos no poseían...o quizás no. También puede ser el que el ENORME Synyster Gates, culo inquieto de las seis cuerdas donde los haya, pueda haber querido plasmar sus inquietudes en el disco, pero lo que queda clarísimo es que el ejercicio que Avenged Sevenfold han realizado en los once cortes del disco, no lo hacen comercial precisamente, ni tan siquiera de fácil digestión, algo que ha ocurrido con los lp's de la banda desde el inicio, pues todavía recuerdo lo mucho que tardó en entrarme aquel City Of Evil o el propio Nightmare. Y por supuesto, un tema de apertura como The Stage no facilita las cosas, con un inicio que va muy de la mano de Hail To The King. Batería potentorra y producción compacta, cambios constantes de ritmo, punteos de vértigo y zas!. Un riff rompedor, para una de las mejores canciones que A7X (que es como se le puede llamar a la banda entre amigos) han grabado en toda su carrera. Podría haber sido incluida en cualquiera de sus trabajos, y ya sería inamovible. Impactante puente, y una sección de solos que son crema pastelera. Otros temas como Paradigm o God Damn tienen ese índice de potencia y personalidad del que tanto adolecía su anterior obra, e incluso en los versos de Shadows quien nos dá toda una lección de cómo hacer lo que uno quiere con la voz. E incluso vuelve a mostrar sus desgarros vocales en Paradigm, mientras que el segundo tema que nombro la banda despacha uno de los riffs más potentes del plástico, cercano al thrash metal, pero interrumpido por los clásicos punteos que Synyster Gates nos deja durante todo el plástico. Confesaré además que me parece uno de los mejores guitarristas de la actualidad, combinando técnica y melodía a partes iguales, creando dibujos de guitarra que se te quedan en la cabeza. Algo así como lo que hacía Marty Friedman en sus mejores tiempos, pero llevado a un terreno personal.

Por un lado, el disco se compone de esos temas más accesibles marca de la casa para mentes más metaleras, pero también está el otro lado del folio...ese en el que puedes encontrar escrito algo que te llame la atención para seguir leyendo, o que te haga arrugarlo y tirarlo a la basura. Creating God por ejemplo, tiene una estructura marcada por una batería muy inusual, mientras que el estribillo suena más alternativo y menos agresivo. O el caso de Sunny Disposition, cuyas secciones de viento son todo un riesgo en la música de los americanos, pues de primeras impactan, pero una vez tus oídos se acostumbran, no hay nada que desentone ni te haga torcer el gesto. Incluso el sonido inicial me ha parecido muy cercano a Mastodon, asique imaginaos el batiburrillo de ideas que desprende, sin desagradar en absoluto. Por otro lado sin embargo, hay composiciones que rozan el medio tiempo, que me han llamado la atención como Angels, donde la voz de Shadows y un feeling decadente se apodera del sonido de la banda, exactamente igual que Simulation, temas que no llegan al nivel de brillantez de temas como So Far Away, pero que no interrumpen la buena marcha del trabajo. Este segundo, se despacha buenas dosis de potencia con una estructura más metálica y de batería veloz que nos deja con uno de los momentos más rabiosos de la escucha, volviendo de nuevo a esa calma de la que hablo, y que quizás por eso algunos estén encasillando el sonido del disco en el marco progresivo.

Ya en la recta final de "el escenario" que tratan de ocupar A7X, Higher se muestra sólida, con un trabajo inconmensurable de Brooks tras los parches, aunque he de admitir que el tema no entra a la primera ni a la segunda, por su enrevesada propuesta. Algo parecido me ocurre con un Fermi Paradox, que con un sonido similar a Planets de su anterior disco, nos dispara hacia un trallazo de tema que podrían haber facturado unos Megadeth, con punch, estructuras atractivas al oído, hasta que entra la voz de Shadows acompañado de un ritmo más apagado de batería y guitarra, quizás el punto flaco del tema, que resta puntos a la escucha de la composición, pero que tampoco le hace bajar del notable. Y tan sólo nos queda Roman Sky, uno de los temas que más me han llamado la atención por las sensaciones que producen esos acordes de guitarra, esos preciosos arpegios sencillos, y las bonitas voces dobladas, las orquestaciones, un plus de sensibilidad que lo convierten en uno de los momentos estrella de la escucha en mi opinión, terminando la experienca con una animalada de canción de 15 minutos, repleta de sonoridades, cambios inesperados, y toda una lección de cómo manejar tu música a capricho, sin límites y sintetizando en un tema gran parte de lo que ha supuesto tu carrera, sin aburrir. Un temazo de despedida que ya estoy deseando escuchar en sus espectaculares conciertos.

Valiente, variado, sincero, trabajado y con muchas ganas de mantener su sonido vivo sin repetirse. Algo que a muchos les chirría bastante, pero como yo soy totalmente sincero desde mi lado más melómano, apoyo incondicionalmente el riesgo, la exploración musical y las ganas de hacerlo bien, he de recomendar la escucha del disco, pues prestándole la atención suficiente y dándole las oportunidades que merece, logra mantener el interés en una banda que está haciendo su trabajo a las mil maravillas, sabiendo reponerse de lo negativo e intentando ofrecer algo nuevo. Y con esto no digo que sea su mejor trabajo, pues ese creo que ya lo tenían editado anteriormente, pero no hay nada que reprochar a Avenged Sevenfold en The Stage...un disco que gana con las escuchas, y que seguro, dentro de 5 o 6 años, habrá envejecido muy bien.

Crítica: José Rojo

Agregado: November 6th 2016
Moderador: joserojo
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