LEO JIMÉNEZ - LA FACTORÍA DEL CONTRASTE

Álbum:La Factoría del Contraste
Sello:Rock Estatal Records
Fecha lanzamiento:2016

Ya era hora. Ya tenemos La Factoría del Contraste, el nuevo disco de Leo Jiménez metido en nuestros coches, cadenas HIFI, ipod y demás parafernalias que todos usamos para disfrutar la música a nuestra manera. Y lo más curioso es que de un modo u otro, sólo hay una manera de percibir este álbum, y esa es poniendo los cinco sentidos en la escucha. Sólo así podrás llegar a la conclusión que he llegado yo tras su degustación completa; el álbum es un discazo de los pies a la cabeza, y desde ya, se convierte en el mejor del fuenlabreño en solitario…casi me atrevería a decir que desde su salida de Saratoga (cruzificadme), y eso ya es mucho decir habiendo buenos registros anteriores como Títere Con Cabeza o los álbumes con Stravaganzza. Pero hay un factor que creo que es clave para ese éxito, y es que Leo ha sabido dejarse llevar más que nunca por sus emociones, más que por lo que quiere escuchar su público, y ha aunado sus influencias creando un “contraste” que de haberse llevado de otro modo menos natural (palabra clave para entender la escucha), quizás hubiese sido una ecatombe, pero que en su nuevo hijo crea un amalgama de sonidos que encajan a la perfección, que para mentes abiertas será una auténtica delicia.

He oído a gente hablar sobre la producción del trabajo como algo “cojo” e incluso “incompleto”. Como músico he de decir que la producción totalmente orgánica del trabajo es necesaria en una sociedad musical abarrotada de sobreproducciones que lo único que generan es ridiculizar a la banda en vivo al no poder acercarse al sonido del álbum sobre las tablas. Y lo que más me inquieta (para bien) de la escucha de La Factoría del Contraste es precisamente que ese sonido demoledor a mi entender, crudo a la par que potente, hace que me haga plantearme que ”Si esto suena así en mis auriculares, no quiero ni pensar la fuerza que ganará en la gira”, y no me equivocaré demasiado si os digo que estoy casi seguro de que ese ente orgánico del sonido ha sido totalmente intencionado/estudiado y con miras hacia un guiño antitecnológico, con resultado sobresaliente en este caso.

Suena Soy Libertad y los cambios constantes, esa mezcla de todo tipo de ramificaciones del metal (death metal, industrial y el toque Leo inconfundible), sumado a la batería de Carlos Expósito (de otro planeta en todo el disco por cierto), nos dejan un momento memorable, de los mejores en la carrera de la bestia, que definen a la perfección la senda del disco. Impresionante la colaboración de Mero Mero (Cuernos de Chivo), que complementa las frases de la lírica de un modo sublime. Hambre es todo un temazo, de corte mucho más clásico y heavy, cuya letra, si…sencilla…lo que os de la gana, pero ¿y las verdades que dice?. Por fin alguien se digna a sacar los dientes musicalmente hablando, dejando los dragones, los conceptos literarios y los temas cliché de lado, sumando importancia al mensaje, sin temor a las críticas. Mientras, una veloz Con Razón o Sin Razón nos trae a un Leo versátil, con una base rítmica muy sólida y un estribillo extremadamente pegadizo, para conducir la escucha hacia D.E.P., otro cañonazo dedicado a los caídos de nuestro rollo de mala manera, y una de mis favoritas (Dimebag es un ejemplo,está claro), en el que el metal extremo se acerca a nuestro tímpano, de nuevo con la voz de Mero Mero, que ofrece un abanico más amplio si cabe a la escucha.

El verdadero contraste cae por sí solo con la versión eléctrica de una vieja amiga. Caballo Viejo nos trae a aquel Leo sentimental de temas como Parte de Mi, en un baladón de esos que estremecen, gracias a una voz, que por cierto, sin filtros suena igual de bien que todos la recordamos de grabaciones más "tratadas". Un vocalista espectacular que quizás en su nueva entrega se luzca mucho más que en Animal Solitario gracias al trabajo de la voz en el álbum. Aunque si de contrastes seguimos hablando, Ojos Así (cover de Shakira), nos vuelve a demostrar la versatilidad musical de la que puede gozar el madrileño, llevando el arábico corte de la latina al metal con gran maestría, guiñando el ojo constantemente a su mejor época de Stravaganzza. Y es que muy pocos pueden tirarse a la piscina con tanta seguridad y convicción…¿las críticas?...le lloverán de todo tipo, pero incontestable, os aseguro que es.

Con un olor más americano El Dilema vuelve a traernos el metal extremo a la palestra en una de las composiciones más cercanas al metal de los 90 y el nuevo siglo, que junto con Keroseno, cierra el círculo de acero de temas cercanos a la vertiente más bruta de nuestra música. Para más INRI de aquellos que no aceptan la variedad, encontramos tres canciones más accesibles, ya sea en forma de balada o medio tiempo, en bloque, conformado por Un Día Más, en la que destaca un sensacional estribillo, Quién Le Pregunta a Él, que nos devuelve al Leo de la pasada década, y la joya de la corona. Una preciosa Que Me Digas Ven junto a Merche delicada, rozando el pop, pero creada e interpretada con una sensibilidad que levantaría de la silla al menos incrédulo y menos receptivo con la obra. Y por supuesto, supondrá la puntilla para que los talibanes de nuestro rollo crucifiquen a Leo…yo, sinceramente, me río de ellos. En su cara.

Sólo aptos para oídos no miedosos, La Factoría del Contraste ya se comienza a defender por si sólo como el lanzamiento nacional más potente del año. Leo ha logrado sacar todo lo que lleva dentro, y es mucho…tanto que ya se convierte en un imprescindible de este 2016 si te gusta el metal "made in Spain". Y también si además, eres capaz de saber diferenciar entre buena y mala música sin más, que no se te olvide.

Crítica: José Rojo

Agregado: April 26th 2016
Moderador: joserojo
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