IRON MAIDEN - THE BOOK OF SOULS

Álbum:Iron Maiden
Sello:The Book Of Souls
Fecha lanzamiento:2015

Ni en mis mejores sueños hubiese pensado en la idea de que uno de los nuevos lanzamientos de Iron Maiden iba a hacerme frotar las manos como en su día provocó la que, para quien escribe, es una de las mejores obras de la doncella…Brave New Wolrd, y ojo, que sin que debáis malinterpretar mis palabras, he de deciros que me gustan todos los trabajos posteriores a este, así como también los de la considerada “etapa clásica”. Incluso The Final Frontier terminó demostrándome que los ingleses no van a lanzar mediocridades a las tiendas, y pasado el tiempo, 6 años concretamente, logra llamar cada vez más mi atención. La nueva criatura nos la vendían como una simple continuación de aquella aventura semi-progresiva. Pasajes largos, densidad, complejidad…todo apuntaba a que su nuevo disco de estudio, The Book Of Souls, seguiría la senda del anterior experimento espacial de Eddie, pero nada más lejos de la realidad, y después de hacer un análisis exhaustivo del trabajo, he de decir que es el perfecto compendio de todos los álbumes de Iron Maiden desde el año 2000 en adelante, con todo lo “negativo” y lo POSITIVO que ello conlleva. Y lo de POSITIVO lo remarco con mayúsculas porque sinceramente, creo que pocas bandas clásicas arriesgan, apuestan y aciertan a la larga como ellos. No me gustaría ver como intentan repetir el éxito de los gloriosos 80, porque, ni serían sinceros con ellos mismos, ni tampoco lo serían con nosotros, los seguidores. Partiendo de esa honestidad absoluta, y respeto hacia sus preferencias y elecciones, ya podemos hablar de un The Book Of Souls tan complejo como agradable y satisfactorio.

El Eddie tribal de contacto visual amenazante, no llamaba tanto la atención en primeras ojeadas, algo que se va disipando cuando observas los detalles del mismo y te das cuenta de que no es necesario un fondo recargado para crear un buen efecto de portada. Dicho esto, y escuchando la primera ”If Eternity Should Fail”, uno se da cuenta de que ni el cáncer de lengua de Dickinson, ni los años, han logrado que la identidad de la banda se pierda, y eso que se trata de una composición que Bruce iba a utilizar en solitario. El tema en si, de ocho minutos de duración, y con una introducción inusual a través de teclado, nos recuerda a los mejores momentos de la carrera de Dickinson, brillando un estribillo poderoso, de gran melodía y con la marca de la casa intacta. La producción de la mano de Kevin Shirley me sigue pareciendo opaca y nada detallista, como en las anteriores obras, pero a ver quien convence al señor Harris de eso…no obstante, una vez tu oído se acostumbra al sonido, si que se puede defender una producción casi digna de Iron Maiden, pero muy inferior a la de algunas de las obras del grupo. El puente del tema es espectacular, y lo mejor de la canción, así como las partes instrumentales de todo el disco, trabajadas y adictivas, como siempre. El tema crea la sensación de estar escuchando algo grande y reposado, mientras que la siguiente ”Speed Of Light”, ya conocida por todos, no deja de ser un tema directo, creada para ser single, que en mi opinión aprueba con un notable gracias al potente estribillo, el espectacular punteo que sirve de hilo conductor a la parte vocal, y sobre todo las reminiscencias al pasado en el riff, pudiendo ser un tema creado para No Prayer For The Dying o Fear Of The Dark.

En The Great Unknown la sombra de Dance Of Death se cruza con la densidad de A Matter Of Life and Death, con algún guiño a los 80 al doblar algunas guitarras Dave Murray y Adrian Smith en la primera parte del corte. La batería de Nicko guía muy bien la PLETÓRICA voz de un Dickinson en plena forma, que nos va conduciendo hacia un estribillo más difícil de digerir que los anteriores, pero muy bien construido, ganando mucho escucha tras escucha. Las guitarras que Gers nos presenta tienen una cadencia similar a la que utilizó en algunos tramos de Brave New World. Un tema repleto de cambios de ritmo y mucha fuerza instrumental, si señor. Mientras asimilas la escucha The Red and the Black, a través de unas notas solistas de Harris, nos introducen en un corte que bebe directamente de los riffs de la época Powerslave, Piece Of Mind, sin dejar de lado las influencias de Harris, tales como Uriah Heep. Quizás calcar melodía de voz a la de la guitarra, os suene a Dance Of Death y a una imagen mental más teatral. Geniales los punteos que conducen al “uo-o-uo-o”, se sostienen sobre potentes riffs, algunos de ellos en palm-mute, muy efectivos y sencillos, pero sensacionales en su contexto. Atención a la zona instrumental tras el puente, en la que Brave New World vuelve a nuestra cabeza, pero con un extra de originalidad, ya que ninguno de los riffs repiten esquemas con respecto a este. Brillante canción que da lugar a When The River Suns Deep , que gracias a las guitarras sintetizadas nos devuelven en gran parte a 1986, y a las ciudades espaciales. Mucho más macarra la estructura para la voz de Bruce en el corte, uno de los más cortos del álbum, y también en uno de los que más luce el estribillo principal, que solo sirve de preparativo para uno de los mejores momentos del disco. The Book Of Souls es crema pastelera, que con un inicio muy “chill” de guitarras, nos adentra en un riff que bien podría haberse incluído en Powerslave, acompañándose después de teclados y un Bruce soberbio en interpretación, teatral y transmitiendo como sólo el sabe hacer. El tema, pesado y pausado, será un futuro clásico seguro, que en directo no faltará, y en el que todo el mundo esperará su parte post-puente, veloz, “maidenesco”, cabalgante, cargado de nostalgia y novedad a partes iguales. Incluso ”Losfer Words” se ha venido a mi mente, y eso, es buena señal siempre y cuando no hubiesen caído en el autoplagio, algo que para nuestra tranquilidad no ha ocurrido.

Death Or Glory, desde ya, será una inamovible de los set de la banda, con cierta velocidad en las guitarras que no te sacan en absoluto de contexto, sino que más bien da heterogeneidad a la escucha y te hace estar alerta para escuchar detalles y cambios. Un tema directo con menos trabajo y reposo quizás que el resto, pero de gran gancho y poderío. ¿Por qué el estribillo me suena a Saxon?. La NWOBHM al poder, señores…un buen tema, potentorro y sin demasiada premeditación, mientras que en el inicio de Shadows Of The Valley, si que, quizás, hayan caído en autoplagio (Wasted Years?), cambiando de tercio completamente tras ese punteo inicial casi calcado al del 86. Un tema que si bien hace uso de la sencillez y de no arriesgar, simplemente es agradable en la escucha, sin desentonar, pero tampoco sobresaliendo sobre el resto. Discreto…algo que no se le puede achacar a un Tears Of a Clown en el cual se nota la mano hardrockera de Adrian Smith, a la par que ofrece un enorme dinamismo a las guitarras y el desarrollo de la composición, aunque quizás es donde los Maiden más clásicos sean menos reconocibles, y más originales. Y por ese camino continúa un progresivo y decadente The Man Of Sorrows, que me cuadraría muy bien en Accident Of Birth de Dickinson, pero que sin ser un corte sobrante, si que hace que el ansia por escuchar la final Empire Of The Clouds sea mayor. Un tema de nada menos que 18 minutos, compuesto por Bruce, que posee todos los matices, cambios, melodías y magia para que los true-fans la pidan en directo, dada la complejidad de la misma. Algo que de momento, no va a pasar, dada la cantidad de matices a representar en vivo. Un tema que si bien no supera a otras obras de extenso minutaje de la doncella, no desmerece en absoluto para cerrar un gran disco como The Book Of Souls.

Muchas escuchas, dejar que el vino baje por la garganta y nos deje el buen sabor…este nuevo álbum de Iron Maiden no debe valorarse en dos escuchas, y eso es lo que he tratado de hacer. Y tras disfrutarlo durante un tiempo, he de decir que me ha cautivado, y puedo decir abiertamente que puede gustar a cualquier generación de fans de la doncella, eso sí, sabiendo apreciar el mastodóntico trabajo musical que hay detrás de el, y por supuesto, sabiendo aceptar que los músicos se aburren de hacer una y otra vez lo mismo, y que no está de más que evolucionen positivamente como Harris y compañía han hecho en The Book Of Souls, un disco para disfrutar, degustar y vivir…porque, ¿Cuántos de estos le quedará al futuro de la comunidad heavy?. Vive el momento amigo, pues esto es un buen manjar, y esperemos que no uno de los últimos.

Crítica: José Rojo

Agregado: October 6th 2015
Moderador: joserojo
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